El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dado luz verde a la fabricación de cohetes portadores superpesados, informó a la prensa el viceprimer ministro del país, Dmitri Rogozin, durante un viaje al cosmódromo Vostochny. "Eso significa que después de diseñar toda la familia de los cohetes Angará, de clase ligera, media y pesada, pasaremos a diseñar cohetes de una clase completamente distinta: no de 7, 15 o 25 toneladas, sino de 120 a 150 toneladas", explicó el político, quien agregó que el ahorro en las lanzadoras destinadas para los Angará programado por la agencia Roscosmos permite a Rusia presupuestar ahora mismo el dinero para un área para el lanzamiento de esos cohetes superpesados.
Rogozin estimó también que Rusia será capaz de proceder al ensamblaje de los aparatos espaciales de la clase superpesada "a partir de 2020".
Rusia programó el primer lanzamiento de prueba del cohete portador espacial Angará 1.2 entre el 25 y el 30 de junio. El aparato despegó del cosmódromo militar de Plesetsk, situado en la provincia de Arjánguelsk.
El objetivo de este test fue confirmar la funcionalidad de las dos primeras etapas del cohete. Por eso no portaba ninguna nave ni carga útil y su trayecto será suborbital. Eso significaba que no iba a llegar a una órbita geoestacionaria, donde podría permanecer varios meses o años, sumándose de esta manera a las toneladas de basura espacial, sino que se precipitará pasados unos días.
El pasado 7 de abril un prototipo del Angará fue sometido a una prueba de suministro de motores con los componentes de combustible. Se trata de una fórmula de combustible innovadora que va a sustituir los tipos químicamente agresivos y tóxicos que estaban en uso desde los años 1960. A partir de este punto, la prueba mostró que la propia instalación lanzadora, al igual que las zonas aledañas al cosmódromo, van a ser sitios mucho más seguros ambientalmente.
El Angará
"En un futuro próximo, en febrero, presentaremos nuestra propuesta ante la Comisión Industrial-Militar [organismo adjunto al Consejo de Ministros]", dijo en su día el jefe de Roscosmos, Oleg Ostapenko, durante las lecturas académicas dedicadas al espacio celebradas en la Universidad Técnica Bauman, en Moscú, conocida desde la época soviética como el mayor centro de formación de ingenieros del sector de la industria militar.
Ostapenko señaló que la agencia espacial rusa ya había comenzado a estudiar la posibilidad de desarrollar cohetes superpesados. "Se trata de desarrollar cuanto antes un cohete con carga útil de más de 80 toneladas", dijo el jefe de Roscosmos citado por la agencia rusa Interfax.
Recordó que en la región de Amur, en el Lejano Oriente ruso, se construye un nuevo cosmódromo llamado Vostochny, en el cual se prevé instalar una pista de lanzamiento de cohetes pesados clase Angará-A5. "Planeamos utilizar esta instalación de lanzamiento para lanzar cohetes con carga útil de 160 toneladas y más. Es una tarea muy viable. Tenemos planificado capacidades aún mayores", dijo Ostapenko.
Cabe recordar que el lanzamiento en 1988 del cohete propulsor superpesado Energuiya con el transbordador espacial Burán demostró la capacidad del país para poner en órbita artefactos de 100 toneladas de peso útil. De hecho, Energuiya es considerado el cohete soviético más poderoso jamás desarrollado.
Rusia apunta a la Luna con los nuevos cohetes Angará
Los nuevos cohetes rusos Angará de clase ligera están listos para ser transportados al cosmódromo de Plesetsk. Sus creadores planean desarrollar una versión super pesada de este lanzador modular que realizará vuelos tripulados a la Luna.
"De conformidad con el calendario de trabajo de preparación para la puesta en marcha, el vehículo de lanzamiento de primera clase Angara será enviado al cosmódromo Plesetsk en mayo de 2013", comunicó el portavoz del Centro Estatal Espacial de Ciencia y Producción Jrúnichev, Alexánder Bobrenev.
Rogozin estimó también que Rusia será capaz de proceder al ensamblaje de los aparatos espaciales de la clase superpesada "a partir de 2020".
Rusia programó el primer lanzamiento de prueba del cohete portador espacial Angará 1.2 entre el 25 y el 30 de junio. El aparato despegó del cosmódromo militar de Plesetsk, situado en la provincia de Arjánguelsk.
El objetivo de este test fue confirmar la funcionalidad de las dos primeras etapas del cohete. Por eso no portaba ninguna nave ni carga útil y su trayecto será suborbital. Eso significaba que no iba a llegar a una órbita geoestacionaria, donde podría permanecer varios meses o años, sumándose de esta manera a las toneladas de basura espacial, sino que se precipitará pasados unos días.
El pasado 7 de abril un prototipo del Angará fue sometido a una prueba de suministro de motores con los componentes de combustible. Se trata de una fórmula de combustible innovadora que va a sustituir los tipos químicamente agresivos y tóxicos que estaban en uso desde los años 1960. A partir de este punto, la prueba mostró que la propia instalación lanzadora, al igual que las zonas aledañas al cosmódromo, van a ser sitios mucho más seguros ambientalmente.
El Angará
"En un futuro próximo, en febrero, presentaremos nuestra propuesta ante la Comisión Industrial-Militar [organismo adjunto al Consejo de Ministros]", dijo en su día el jefe de Roscosmos, Oleg Ostapenko, durante las lecturas académicas dedicadas al espacio celebradas en la Universidad Técnica Bauman, en Moscú, conocida desde la época soviética como el mayor centro de formación de ingenieros del sector de la industria militar.
Ostapenko señaló que la agencia espacial rusa ya había comenzado a estudiar la posibilidad de desarrollar cohetes superpesados. "Se trata de desarrollar cuanto antes un cohete con carga útil de más de 80 toneladas", dijo el jefe de Roscosmos citado por la agencia rusa Interfax.
Recordó que en la región de Amur, en el Lejano Oriente ruso, se construye un nuevo cosmódromo llamado Vostochny, en el cual se prevé instalar una pista de lanzamiento de cohetes pesados clase Angará-A5. "Planeamos utilizar esta instalación de lanzamiento para lanzar cohetes con carga útil de 160 toneladas y más. Es una tarea muy viable. Tenemos planificado capacidades aún mayores", dijo Ostapenko.
Cabe recordar que el lanzamiento en 1988 del cohete propulsor superpesado Energuiya con el transbordador espacial Burán demostró la capacidad del país para poner en órbita artefactos de 100 toneladas de peso útil. De hecho, Energuiya es considerado el cohete soviético más poderoso jamás desarrollado.
Rusia apunta a la Luna con los nuevos cohetes Angará
Los nuevos cohetes rusos Angará de clase ligera están listos para ser transportados al cosmódromo de Plesetsk. Sus creadores planean desarrollar una versión super pesada de este lanzador modular que realizará vuelos tripulados a la Luna.
"De conformidad con el calendario de trabajo de preparación para la puesta en marcha, el vehículo de lanzamiento de primera clase Angara será enviado al cosmódromo Plesetsk en mayo de 2013", comunicó el portavoz del Centro Estatal Espacial de Ciencia y Producción Jrúnichev, Alexánder Bobrenev.
Simultáneamente el centro continúa trabajando en la creación del lanzador de gran capacidad Angará-A5.
La primera prueba del lanzador de clase ligera Angara-1.2 PP desde el cosmódromo de Plesetsk está prevista para el período comprendido entre el segundo semestre de 2013 y mayo de 2014, anunció Vladímir Petric, diseñador principal adjunto del Centro Jrúnichev.
Esta nueva generación de lanzadores ha sido creada para enviar grandes cargas a órbita, reduciendo la dependencia de Baikonur, cosmódromo que Rusia arrienda en el territorio de Kazajistán.
La familia de cohetes Angará está diseñada para ser modular, lo que la hace sumamente versátil. Tiene diferentes configuraciones capaces de situar cargas útiles de entre 2.000 y 24.500 kilogramos, desde 100 km. a 200 km. de altitud, en forma más económica y eficiente.
La empresa estudia la posibilidad de desarrollar un cohete propulsor superpesado para efectuar misiones interplanetarias. Según los expertos, si los vuelos al Marte y otros planetas son proyectos a largo plazo, la exploración a la Luna y la instalación de una base permanente en el satélite terrestre se considera un proyecto realizable a mediano plazo.
Para poder competir en el mercado internacional de lanzamiento de satélites comerciales y de telecomunicaciones, puede elevar una carga más liviana a mayor altitud, sobre los 200 km, y con una etapa adicional, montada sobre el cohete principal, podrá llegar a mayor altitud en el futuro.
El desarrollo del Angará comenzó en 1995. Este lanzador da origen a cohetes con propulsores de queroseno y oxígeno para reemplazar los actuales Protón, que usan un combustible altamente tóxico, el heptilo.
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