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martes, 26 de noviembre de 2019

El Gladio español: ETA y la estrategia de tensión (5)

Gladio español: ETA y la estrategia de tensión (5)



Swing, el autor del hilo de referencia en Burbuja.info, señala que en la primera fase operativa etarra: “El de Melitón fue el primer asesinato premeditado, reivindicado por ETA y cometido no se sabe por quién. El de Begoña Urroz es de autoría confusa (también) pero ETA no lo reivindica (supuestamente, fue la organización portuguesa DRIL, Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación). El 18 de julio del 61 los de ETA hacen descarrilar el tren de los falangistas de forma muy chapucera. Melitón Manzanas detiene al comando de “mecánicos” y a más de 150 etarras o lo que fueran entonces. Y es curiosa la carta que en aquellos momentos manda Leizaola(“lehendakari vasco en el exilio desde 1960-1978”) al Departamento de Estado de EEUU”:

“No nos oponemos a que, hasta donde lo exija la seguridad del mundo libre, se mantengan las bases militares que los EEUU tienen establecidas en territorio español. Esa salvaguarda, sin embargo, exige (…) que se observen los derechos de Euskadi a la recuperación de su personalidad y de su libertad política”. Curiosa exigencia a sus jefes”, dice, irónicamente, Swing

El entramado (o parte de él) de ETA, desde una posición alternativa al bidireccionalismo ETA-Madrid es sin duda la más difícil de digerir para la gran mayoría, sobre todo para los que han asumido que la narrativa se tiene que sustanciar en uno u otro frente, según el bando ideológico al que pertenezcas. Pero los argumentos utilizados por Swing (al margen de que puedan contener alguna inexactitud) son inatacables y concuerdan con el período histórico (años 60) donde se hicieron efectivos varios programas de las agencias de inteligencia de Occidente (encabezadas por la CIA) tales como las operaciones CHAOS y Gladio en Europa, Sudamérica y el Sudeste asiático, más la directiva Westmoreland 30-31B del Pentágono, todas ellas bajo las mismas premisas y con el mismo modus operandi, es decir, la infiltración, manejo y creación de grupos terroristas. La correlación es total.

Swing, a modo de resumen (aunque prosigue su relato sobre ETA más adelante) señala algunos de los puntos cruciales sobre los cuáles ha girado el negocio criminal de ETA:

1) ¿Quién decidió crear ETA?

“La CIA, que entrena a su primer comando en el Castillo de Rothschild en 1945” En realidad, la CIA se creó en 1947 (la antecesora fue la OSS, Oficina de Servicios Estratégicos) y ETA no existía obviamente en 1945, sino grupúsculos del PNV que gozaban de estrechos contactos con EEUU y la OSS. Luego los “peneuves” se “escindieron”, en 1958, en ETA, pero si existieron contactos de la CIA propiamente dicha con PNV, eso es constatable y el germen de 1945 fue la plasmación en 1959 de la transformación de varios miembros del PNV en ETA.

Respecto de los primeros “comandos vascos”, la primera ETA para entendernos, Swing señala que “Los seleccionadores de los comandos trabajaron durante años para la Red Gladio sudamericana. Posteriormente son los que entrenan a los primeros comandos que son conocidos como ETA. La CIA ordena montar el SECED (el servicio de inteligencia franquista de Carrero Blanco) y este es quién se encargará de ello. Quien controla todos los resortes de las diferentes policías es Andres Cassinello, “San Dios”, quien asistió en 1966 a un curso de guerrillas y contraguerrillas en Fort Bragg (EEUU)”

“Pero, que yo sepa, dice Swing, no hay pruebas documentales concretas de quiénes hayan sido los primeros entrenadores de ETA cuando el grupo tiene ya esta denominación, pero si parece claro que fueron entrenados por Joseba Rezabal (Rendición de Santoña) y uno de los seleccionadores de los hombres que fueron al Castillo de Rothschild en 1945: Primitivo Abad”

Primitivo Abad montó EGI en 1945 y, tras la segunda guerra mundial, trabajó para la CIA en la Red Gladio sudamericana. Su último trabajo fue el intento de que hombres del Mossad entrenaran a la recien nacida Ertzaintza. El otro seleccionador principal fue Peio Ordoki, comandante del batallón Gernika (aquí hay un error de Swing ya que confunde a Peio Ordoki con el que si era el comandante del Batallón Gernika, Kepa Ordoki, que nada tiene que ver con Peio) y que acabó de confidente del teniente coronel de la Guardia Civil Galindo. Allí estuvieron, además, Juan de Ajuriaguerra o los hermanos Mitxelena”.

2) ¿Quién está detrás del bar Faisán?

“El bar Faisán fue montado en 1971 por Joseba Elosúa (militante del PNV) y su mujer Avelina Llanos y era un bar fronterizo que estaba continuamente lleno de policías”. El general, entonces teniente coronel, de la guardia civil de Intxaurrondo, Enrique Rodríguez Galindo, era, junto a sus hombres, uno de sus clientes, según relata él mismo en su libro “Mi vida contra ETA”. Como dice Swing “Siempre han pasado cosas mu raras ahí ”.En 1982, el ultraderechista Ignacio María Arteaga e Izaguirre fue detenido en San Sebastián horas después de que disparara contra miembros de la Policía Municipal de Irún. Izaguirre iba acompañado del policía nacional José P. Suárez Tronco, quien portaba un arma no reglamentaria cuando se encontraba fuera de servicio. Según la nota de ELPAÍS de aquel año, que reseña Swing “Ignacio Arteaga y el policía nacional huyeron esa noche ante la presencia de tres miembros de la Policía Municipal de Irún, que habían sido previamente alertados por una vecina del barrio de Behobia, Avelina Llanos , propiETAria del bar Faisán. Según esta vecina, los dos individuos se personaron en su establecimiento afirmando pertenecer a ETA y solicitando asilo. Avelina Llanos, esposa de un militante del PNV, Joseba Elosúa, optó finalmente por dar aviso a la Policía Municipal, alarmada por la presencia de estos individuos que merodeaban por los alrededores de su establecimiento”.

En definitiva, en el bar Faisán, dice Swing, “es donde se tramita el “impuesto revolucionario, “dinero incautado a ETA” y dinero de los fondos reservados”

Como afirma Swing, cuando abrió su hilo en 2012 “Carmen Gurruchaga, pepera de pro, mientras pide responsabilidades en Onda Cero por el chivatazo del Faisan dice que todo el mundo sabía lo del Faisán desde hace 30 años. Clásica esquizofrenia pepera, como en el juicio del 11M. Lo sabe hace 30 años y no lo denuncia, mientras se rasga continuamente las vestiduras con lo de ETA. Pero es que lo mismo ocurre con Galindo. El libro en el que habla de los cafés a los que invitaba Elosúa a los GC está editado en noviembre de 2006, no sólo después del esperpéntico episodio del Faisán, sino después de las dimisiones de septiembre. Lo mismo podemos decir del prólogo de Anasagasti al libro de la financiación Venezolana en el que dice que Elosúa era uno de los contactos con la policía para cruzar la frontera con seguridad.

El bar fronterizo Faisán donde por la mañana Elosúa jugaba al mus con guardias civiles y por la noche tomaba pacharán con los fundadores de ETA Julen Madariaga o Juan José Echave y hablaba “del conflicto”. El “conflicto” es uno de sus latiguillos preferidos para explicar la actividad asesina de ETA, según uno de sus amigos. Ya. ¿Sólo por las mañanas? ¿Y por las noches los GC no tomaban nada? Ah…lo largas que son las frías noches de invierno”

3) ¿Qué es eso del “caso Sokoa”?

“Una operación de venta de armas a ETA llevada a cabo por algunos personajes del ministerio del interior y del CESID. La intermediación la realizaba Francisco Paesa, quien también participaba en el Irangate a través de sus contactos con George Starckman que proporciona las pistolas. Los misíles los proporcionaban los mismos del Irangate. El contacto era con los etarras del “comando oculto frances” (hermanos Esnal, Henri Parot…) que solo conocían los jefes de ETA…y el Ministerio del Interior.

El 3 de noviembre del 86 comienza el escándalo del Irangate en EEUU y el 5 se aborta la operación deteniendo a Azkoiti, pero dejando libres a los otros etarras. Se distrae la atención deteniendo al comando de De Juana. Se vende como un hito el descubrimiento de Sokoa y la detención de los etarras a través de unos GPS colocados en los misíles, pero Sokoa era conocida desde que en el año 75 Jean Paul Cherid colocó allí la bomba en la reunión que podemos ver en la película Lobo.

El “error” (jugada de la Guardia civil, ya hablaremos de ello) Segundo Marey fue justificado porque era un representante de Sokoa. Dos de las pistolas pasadas al comando oculto fueron encontradas en manos de los guardias civiles Dorado y Bayo, que el 20N del 1986 habían dado “un palo” a un comercio con esas pistolas. Durante años, el “comando oculto” de ETA era utilizado, entre otras cosas, para matar al comando oculto pre-GAL en las guerras cloaqueras de interior, puestos en el disparadero en los medios por la GC.

En 1989, el “no detenido” Henri Parot, asesina con una de esas pistolas a la fiscal que llevaba el caso Lasa y Zabala, Carmen Tagle. Ha empezado el Informe Navajas. Hasta los otros etarras ven a Parot como un espía tras su detención en Sevilla. Cuando en Francia piden informes a España sobre Parot son denegados sistemáticamente por las autoridades españolas. Pero un juez francés, Gilles Boulouque, se desplaza a Madrid con la intención de recoger documentos sobre Parot. Pues por lo visto va el tío y decide suicidarse ;-)”. Ya es mala “suerte”.

Según la información de ELPAIS del momento (1990)

“Boulouque, que tenía encomendada en Francia las investigaciones de las actividades que durante 12 años realizaron en territorio español los etarras del comando oculto, pretendía obtener de los jueces españoles pruebas de los procesos que se siguen en España contra el jefe del comando, Henri parot, Unai. Esas pruebas servirían como evidencias en los juicios que se celebrarán en Francia contra los citados terroristas.

Era el juez que instruía los sumarios de los miembros del comando itinerante de Henri Parot capturados en el sur de Francia. También se ocupaba del grupo de Carmen Guisasola y de los tres Etarras detenidos en BrETAña el 3 de diciembre. Hace apenas diez días, Boulouque viajó a Madrid para asistir en la Audiencia Nacional al comienzo del juicio contra Henri Parot. Esa fue su última salida al extranjero. En la noche del miércoles al jueves, el juez se disparó un tiro en la boca con la pistola que le había sido entregada para su propia protección, y que él decía no saber utilizar”

¿Qué descubrió el juez Boulouque para que apareciera “suicidado” de la noche a la mañana después de conseguir informes sobre el etarra Parot? ¿Qué nexos pudo descubrir? El día después del “suicidio” las narrativas eran las habituales que se podían esperar de estos casos: o bien se trataba de un “hombre incomprendido” o padecía de los habituales “problemas personales”. La misma información de ELPAIS dice que Boulouque “no sabía siquiera utilizar el arma”.

Si el juez francés realmente tenía algún tipo de problema y decidió quitarse la vida ¿por qué puso tanto empeñó en conseguir información sobre Parot trasladándose incluso a España? Boulouque acabó como el comisario francés Helric Fredou, quien estaba asignado al caso del atentado contra la revista Charlie Hebdo y decidió sospechosamente “suicidarse” el 7 de enero de 2015 justo cuando iba a hacer una llamada urgente a París después de haber descubierto una más que posible conexión extranjera con el atentado (muy probablemente del Mossad israelí).

4) Explícanos el informe Navajas.

Esto ya fue expuesto anteriormente por Swing pero vuelve de nuevo a ello: “En 1988 detienen a unos de HB con más de 1000 kg de hachis. A la vez se produce la detención de unos etarras con cocaína. Acusan a Galindo, la municipal y la Ertzaintza de ser los capos. De la comisaría de Irún donde esta la cocaína decomisada desaparecen progresivamente cientos de kg que entran de nuevo en el mercado. Es la PesETA Conection llevada a cabo entre capos GALlegos (Marcial Dorado), la GC y ETA, (Joseph ArriETA), más otras tramas extranjeras. Ya hablaré detenidamente de ello.

El caso lo lleva el fiscal jefe de San Sebastián Luis Navajas y el acusador de Galindo por parte de la Gc es otro guardia civil, Castañeda. El caso es detenido finalmente por el fiscal Javier Moscoso. En 2009, se da la vuelta a la tortilla y resulta que el acusado de capo de narcotráfico es Castañeda, el de la Guardia del Rey.

De contrabandos, bares y otros chanchullos de ETA Swing hace un relato que parece increíble, pero que guarda grandes dosis de certeza.: “de ese negocio menor es el que se desenvuelven los primeros etarras”. Así “los hermanos Echave hacen negocios con el contrabando y lo que hacen es montar bares. Ignacio (Echave) cae en la guerra de bandas y Juan José es ametrallado y su mujer Rosario (posteriomente Agurtzane, hay que tener en cuenta la situación sociológica de cada momento) muere con la guerra policial del 78.Es cuando aparece la negociación de José Sainz con Portell y Echave y nuestro Andreotti, Martín Villa. Portell es asesinado, Echave ametrallado, Sainz lo deja y unos meses después le da un pampurrio a su jefe: Conesa”.

Pero lo que resulta alucinante es el control que la policía tiene de estos delincuentes desde el principio. Ya en enero del 72, poco después de montar el Faisán, la policía sabe como se organizanmejor que los propios delincuentes, cuyos grupos son totalmente independientes y desconocidos entre sí. Y nos cuentan donde están y como el grupo está dirigido por Joaquín Echave, (posteriormente Jokin Echave, menudencias de la sociología política) mientras su hermano Juan José guarda las apariencias”.

Jokin Echave montó el bar restaurante Chez Etxabe, al que acudían frecuentemente Txomin, Antxón, Pakito o Josu Ternera. Otro de los asiduos clientes del bar era Amedo, quien tenía a Jokin de confidente, debido a la afición de Echave a las timbas de cartas y a los casinos. Esto lo cuenta Amedo en su libro, pero a mí me lo había contado antes un etarra de primerísima hornada, sin muertos, pero con dos años de cárcel. Las borracheras es lo que tienen”

Swing, que parece conocer a fondo el entramado Gladio español, hace una serie reflexiones (fuera de la temática central ETA pero en relación con ella) cuando menos sorprendentes, para responder a otros usuarios del foro:
Los del PSOE son falangistas reconvertidos. Sí. Fueron llevados a Suresnes por Cassinello

Pusieron (al PSOE) para colarnos la “reconversión”, pagar el agujero del banco Ambrosiano, quitar la industria, la minería, la ganadería, la agricultura, la pesca, las fuentes energéticas…para que “Europa entrara en España”, mandando a todo Dios al paro con coartada ideológica.
En el terrorismo no estaban (los del PSOE) cuando entraron (en el poder). En el terrorismo les meten sí o sí. Y para que nadie rechiste matan a Enrique Casas (senador socialista), encima no con “ETA”, sino con un grupo utilizado en ocasiones especiales que aparece y desaparece como el Guadiana (el fantasmal Comandos Autónomos Anticapitalistas)
Si queremos ver quien ya estaba en el terrorismo -en su vertiente política- hay que ir al otro lado. A Fraga y sus chicos del Pozo del tío Raimundo (aquí, sinceramente, no encuentro la relación Fraga con el famoso barrio obrero madrileño)

Antes del Gal hubo Gal multiplicado por 10. Y después del Gal siguió habiendo Gal. Los ministerios estrella de Aznar fueron terrorismo y el de la burbuja inmobiliaria. Dos caras, por cierto, de la misma moneda.
En cuanto al 11M, ya lo he contado muchas veces, haciendo un recorrido cronológico, día por día, de cómo van construyendo la versión oficial con “plantillas etarras”. Plantillas etarras falsas. Y que eso es lo que llega al juicio, a donde llevan incluso a Parot y los etarras de Cañaveras.
¿Qué pasa con las declaraciones de Otegui? (declaraciones que hizo sobre el atentado del 11-m) Pues que Otegui es cloaquero.

Que Otegui sabe. Que otegui dice que los chicos de ETA no van a actuar en el Pozo del Tío Raimundo, donde fueron creados (también me pierdo con esta afirmación cuanto menos extraña o es que Swing juega con otras claves irónicas/ocultas). Que para colocar a Otegui detienen a la mesa Nacional de HB. Los héroes salen de la cárcel tras la carta de Anson del 13 de noviembre del 98. Pero Otegui sigue de lider.
Y lo mismo podemos decir de la curiosa “No reivindicación” de ETA del 12M, donde hablan de geoestrategia y dicen que han echado a todos los presidentes del gobierno. ¿Echaron a Arias y a Suarez? Si sabemos lo que es ETA podemos decir que ETA hizo el 11M. ¿Engañaron a Aznar? Ya lo dudo. Aznar sabe lo que pasa desde el minuto 1. La duda está en si lo sabe desde el minuto menos 1

En respuesta a un usuario Swing dice: “Este hilo podría haberse titulado perfectamente guerra de cloacas. Eso es lo que llevo desarrollando desde el principio. Una guerra en la que hay muchos muertos, muchas víctimas. ¿Y quién dice que todos sabían y que todos estaban en el ajo? ¿Sabían los etarras que había un comando oculto que reivindicaba atentados y que sólo era conocido por los jefes y altos mandos de Interior? ¿Sabía el mercenario argelino Cherid que una “interferencia” iba a hacer explotar la bomba que estaba colocando?

O hablando del 23F. ¿Sabía San Martín que se estaba metiendo en una trampa para elefantes? ¿Lo sabían Tejero y el resto de los condenados? ¿Lo sabían los de la lista del Gobierno de Concentración Nacional? ¿Sabía el general Valenzuela que si mostraba disconformidad iba a atentar contra él el comando oculto de ETA? . El teniente general Joaquín Valenzuela fue objeto de un fallido atentado contra su persona por “ETA” en 1981 cuando viajaba en un vehículo acompañado de otros tres militares. Estos últimos resultaron muertos en el acto y Valenzuela fue el único que sobrevivió con heridas graves)

ESTE ARTÍCULO SE PUEDE REPRODUCIR POR CUALQUIER MEDIO, SIEMPRE QUE SE CITE LA FUENTE ORIGINAL (BERLÍN CONFIDENCIAL) TAL COMO ESTABLECE LA LICENCIA CREATIVE COMMONS. DE LO CONTRARIO QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

https://berlinconfidencial.com/2019/09/26/el-gladio-espanol-eta-y-la-estrategia-de-tension-5/

lunes, 25 de noviembre de 2019

Una red Gladio de manual


Voy a resubir el último hilo antes de ser baneado (a ver lo que dura). Hablábamos de un personaje sórdido y tenebroso como William Donovan, quien fue Director de la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos, EEUU), precursora de la CIA. Donovan no es muy conocido para muchos. HILO



Al poco de finalizar la IIGM, Donovan, como jefe de la OSS, reclutó para su organización a Reinhard Gehlen, ex jefe de los espías de Hitler en el Frente oriental y al General de las SS Karl Wolff, dos notorios criminales de guerra. Gehlen luego sería jefe del espionaje de la RFA




Donovan decidió resolver el "problema comunista" en Italia, tras la IIGM, enviando a cientos de mafiosos de EEUU a Sicilia. En 1948, un promedio de 5 comunistas fueron asesinados por semana por unidades terroristas respaldadas por la CIA. El resultado: la DC ganó las elecciones


Gladio ya estaba en marcha en Europa, pero los fondos iniciales de 200 millones de dólares (que provenían de las fundaciones Rockefeller y Mellon) se agotaron rápidamente. La solución la encontró un agente de la CIA de Donovan: Paul Helliwell. Y fue mediante el tráfico de drogas



Donovan empezó a forjar relaciones de la CIA con el crimen organizado: 'Lucky' Luciano, Vito Genovese, Meyer Lansky y los clanes criminales de Santo Trafficante y Carlo Gambino. Rápidamente, las calles de Nueva York y otras muchas metrópolis de EEUU se inundaron de heroína.





Respecto a las relaciones de Donovan con los españoles, conviene resaltar que los vínculos históricos del PNV con los norteamericanos comenzaron cuando el Lehendakari Antonio Aguirre, en 1942, ofreció sus servicios al entonces coronel Donovan, quien ya era jefe de la OSS



El 3 de julio de 1942 Donovan remite un memorando secreto al Secretario de Estado de EEUU, Cordell Hull, aconsejando la contratación de los vascos, quienes poseen una organización secreta y pueden ofrecerles muchas ventajas. Incluso se haría una traducción en euskera y español



Donovan también contaría con militares que estarían a sus órdenes como el general Antonio Aranda y con generales dispuestos a asumir el poder si Franco se alía con Hitler, como Alfredo Kindelán, Gonzalo Queipo de Llano y Luis Orgaz, este alto comisionado de España en Marruecos.



Pero el gobierno de EEUU tenía un pacto de neutralidad con Franco y no iba a hacer nada que lo pudiera estropear, rechazando la colaboración vasca, pero Donovan contrata a unos agentes vascos en secreto contra la voluntad expresa del presidente de los EEUU, Roosevelt




Uno de estos agentes es Joseba Rezola, Secretario de defensa del gobierno vasco que organizó el Pacto (Rendición) de Santoña, aunque se ha adjudicado a otro de los agentes de Donovan, Juan de Ajuriaguerra, que fue quien se quedó para entregar las tropas a las fuerzas de Mussolini



Rezola, natural de Ordizia, el pueblo de Yoyes y Pakito, fue quien organizó los entrenamientos de ETA en 1968 junto a Primitivo Abad, seleccionador de los primeros comandos vascos en el castillo de Rothschild. Abad trabajó como sicario de la red Gladio de la CIA en Sudamérica


¿Otro ejemplo de los agentes de Donovan? Mario Salegi, del Servicio vasco de espionaje en los 40. En los años 50 Salegi vivía en Nueva York y regresa a España en los 70 para...apoyar la creación del FRAP, junto a Álvarez del Vayo, otro agente de la CIA. Una red Gladio de manual



jueves, 25 de abril de 2019

GLADIO La guerra secreta en España por Daniele Ganser

La guerra secreta en España
por Daniele Ganser

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Washington y Londres, que no habían tenido el menor escrúpulo en permitir que el general Franco acabara con la República Española, tampoco tuvieron el menor reparo en establecer una alianza con el Caudillo. Madrid se convirtió en la base de retaguardia de diversas organizaciones criminales y en Las Palmas incluso se abrió un centro de entrenamiento para la guerra secreta. Como la dictadura franquista se mantenía en el poder únicamente gracias al apoyo de los anglosajones, todos los miembros de su gobierno provenían del Gladio. Al morir el Caudillo, la condición previa del tránsito hacia la democracia fue que se mantuvieran las bases militares estadounidenses en España y que el país se incorporara a la OTAN. El Gladio pasó entonces a la clandestinidad, sin abandonar por el poder.

Este artículo es la continuación de:
1. «Cuando el juez Felice Casson reveló la existencia del Gladio…»
2. «Cuando se descubrió el Gladio en los Estados europeos…»
3. «Gladio: Por qué la OTAN, la CIA y el MI6 siguen negando»
4. «Las cloacas de Su Majestad»
5. « La guerra secreta, principal actividad de la política exterior de Washington »
6. « La guerra secreta en Italia »
7. « La guerra secreta en Francia »





El Fuhrer Adolfo Hitler y el Caudillo Francisco Franco.

En el caso de España, la guerra de la derecha contra la izquierda y los comunistas no se desarrolló en forma de guerra secreta. Fue una guerra abierta y brutal que duró 3 años y dejó 600 000 víctimas en total, tantas como la Guerra de Secesión en Estados Unidos. El historiador Víctor Kiernan observa con bastante agudeza que un «ejército, supuestamente encargado de garantizar la seguridad de la nación, puede comportarse a veces como un perro guardián que muerde a la gente que debería proteger». Pudiera pensarse que ese análisis se inspira en los ejércitos secretos stay-behind. Con esa frase. Kiernan describía sin embargo el principio de la Guerra Civil española, que comenzó el 17 de julio de 1936, cuando un pequeño grupo de militares conspiradores trataron de tomar el poder. Cierto es que «los generales españoles tienen, al igual que sus primos de Sudamérica, la mala costumbre de meterse en política» [1].

El golpe de Estado militar del general Franco y sus cómplices se produjo después de que la izquierda reformadora de Manuel Azada ganara las elecciones del 16 de febrero de 1936 y aplicara numerosos programas a favor de las capas más desfavorecidas de la sociedad. Para la poderosa y mal controlada casta militar española, España estaba entonces a punto de caer en manos de los socialistas, los comunistas, los anarquistas y otros izquierdistas anticlericales. Muchos, en las filas del ejército español, estaban convencidos de que tenían que salvar el país de la amenaza roja del comunismo que provocaba purgas y asesinatos masivos en la URSS de Stalin. Algunos historiadores, entre ellos el propio Kiernan, son menos indulgentes cuando analizan las causas de la guerra de España. Estiman que «los culpables no podían estar más a la vista (…) El caso de España es muy sencillo. Un gobierno democráticamente electo fue derrocado por el ejército. No era difícil tomar partido. De un lado, los pobres. Del otro, los fascistas, los poderosos, los grandes terratenientes y la Iglesia.» [2]

En Grecia, el putsch de 1967 permitió a los militares tomar el poder en menos de 24 horas. Pero en la España de 1936, la oposición de la población civil española fue tan masiva que la República luchó por espacio de 3 años antes de que Franco lograra instaurar la dictadura militar. La lucha fue larga e intensa, no sólo porque numerosos ciudadanos tomaron las armas contra el ejército sino también porque 12 Brigadas Internacionales se formaron espontáneamente para respaldar la resistencia republicana contra Franco. Hecho único en la historia mundial, jóvenes idealistas, hombres y mujeres, provenientes de más de 50 países, se incorporaron voluntariamente a las Brigadas Internacionales, que reunieron finalmente entre 30 000 y 40 000 miembros. La mayor parte eran obreros, pero había también profesores, enfermeras, estudiantes y poetas que iban a luchar por España. «Era realmente muy importante estar allí, en aquel momento histórico, y ayudar. Realmente fueron los años más importantes de mi vida», comenta, 60 años más tarde, Thora Craig, una enfermera británica nacida 1910. Robert James Peters, nacido en 1914, yesista de profesión, declaró: «Si alguna vez hice algo útil en mi vida, seguramente fue aquello.» [3]





Miembros de las Brigadas Internacionales (en este caso, de la Brigada Lincoln).

A pesar del apoyo de las Brigadas Internacionales, los socialistas y comunistas españoles no lograron impedir el golpe de Estado de Franco ya que este último tuvo el respaldo de Mussolini y de Hitler, además de beneficiarse con la decisión de no intervenir que tomaron los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. Estimando que el comunismo español era para ellos más peligroso que un dictador fascista, los mencionados gobiernos asistieron impávidos a la muerte de la República Española. En el contexto de los primeros momentos de la Segunda Guerra Mundial, mucho se escribió sobre el fracaso de los primeros ministros del Reino Unido y Francia –Chamberlain y Daladier– en detener a Hitler y Mussolini en septiembre de 1938. Pero hubo bastante menos comentarios sobre el silencioso respaldo de Londres y París al anticomunismo italiano y alemán. Mientras la Unión Soviética armaba a los defensores de la República española, Hitler y Mussolini enviaron a España más de 90 000 soldados armados y entrenados. La aviación alemana fue además responsable de verdaderas masacres, como el bombardeo contra la aldea de Guernica, inmortalizado por Picasso. Como resultado, el gobierno británico enterró definitivamente la República Española, el 27 de febrero de 1939, al otorgar su definitivo reconocimiento al régimen de Franco. Al garantizar la neutralidad de España en la futura guerra, Hitler y Mussolini garantizaban también la seguridad de su flanco oeste. Mientras la lucha contra el comunismo seguía desarrollándose a escala europea con los repetidos intentos hitlerianos de invasión contra la Unión Soviética –intentos fracasados, pero al precio de un considerable número de víctimas–, el dictador Franco devolvió el favor a las potencias del Eje enviando su División Azul a Rusia a luchar junto a la Wehrmacht.





El general Francisco Franco (al centro) con el general Emilio Mola (a la derecha).

Después de la Segunda Guerra Mundial, los enemigos comunistas internos en Europa Occidental eran comúnmente llamados «Quintas Columnas». Aquel término había sido utilizado originariamente para designar los ejércitos secretos fascistas durante la guerra civil española y el primero en utilizarlo fue el general franquista Emilio Mola. Como en octubre de 1936 –3 meses después del golpe de Estado de Franco– Madrid seguía en manos de los republicanos y de las Brigadas Internacionales, Franco ordenó a Mola tomar la capital combinando la astucia y la fuerza bruta. Horas antes del asalto, en una manipulación que se hizo legendaria, Mola anunció a la prensa que disponía de 4 columnas, en espera fuera de la ciudad, y que una «quinta columna» de partidarios de Franco ya se encontraba dentro de Madrid. Al no portar uniformes ni insignias y ser así capaces de moverse sin problemas entre los enemigos de Franco, los miembros de aquella «quinta columna» infiltrada eran, según Mola, los más temibles de todos sus combatientes.

Aquella estrategia resultó eficaz ya que sembró el miedo y la confusión entre los comunistas y los socialistas que defendían Madrid. «La policía emprendió en la noche de ayer un registro sistemático en todos los inmuebles de Madrid en busca de rebeldes [franquistas]», reportó el New York Times al día siguiente de la declaración de Mola. Aquellas órdenes eran resultado «aparentemente de un reciente anuncio del general Emilio Mola a través de la emisora radial de los rebeldes. Afirmó que contaba con 4 columnas de tropas posicionadas fuera de la ciudad y con una quinta columna que esperaba la entrada [de las anteriores], escondida dentro de la capital.» [4] A pesar de que el asalto dirigido por el general Mola resultó en definitiva un fracaso, el temor a la famosa quinta columna de hombres de la extrema derecha persistió a lo largo de toda la guerra. Mike Economides, un comandante chipriota de las Brigadas Internacionales, acostumbraba a informarle a los nuevos reclutas que la guerra de España se estaba librando en dos frentes, con «el enemigo delante y la quinta columna detrás» [5].

El término «quinta columna» sobrevivió a la guerra civil española y sirvió desde entonces para designar a los ejércitos secretos o grupos subversivos armados que operan clandestinamente dentro de la zona de influencia de su enemigo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler creó quintas columnas nazis encargadas de preparar el terreno, en Noruega y en otros países, para facilitar la invasión por parte del ejército regular alemán. Después de derrotar a Alemania, el bloque occidental y la OTAN se adueñaron de la expresión y la adaptaron al contexto de la guerra fría. El término «quinta columna» se empleó entonces para designar los ejércitos secretos comunistas. Muy pronto los especialistas en operaciones de guerra clandestina denunciaron «la rapidez del “mundo libre” en permitir que proliferaran en su territorio las quintas columnas comunistas» [6]. No fue hasta 1990 que finalmente se supo que probablemente la mayor red de quintas columnas de la historia era la red stay-behind de la OTAN.

Franco gobernó España con mano de hierro. Desde 1936 hasta su muerte, en 1975, no se organizó ni una elección libre en España. Entre los arrestos arbitrarios, los simulacros de juicios, la tortura y los asesinatos, era mínimo el peligro de que los comunistas o los socialistas lograran ganar influencia. Es por ello que al ser interrogado sobre la existencia de Gladio en España, Calvo-Sotelo, quien había sido primer ministro entre febrero de 1981 y diciembre de 1982, respondió con una mezcla de ironía y amargura que bajo la dictadura de Franco «Gladio era el gobierno». Alberto Oliart, ministro de Defensa del gobierno de Calvo-Sotelo, hizo una observación similar al calificar de «pueril» el hecho de preguntarse si la España franquista también había tenido un ejército secreto de extrema derecha ya que «aquí, Gladio era el gobierno» [7].

En el contexto de la guerra fría, Washington no se alió inmediatamente al criminal Franco. Por el contrario, después de las muertes de Hitler y de Mussolini, algunos elementos de la OSS estimaban que la siguiente etapa de la lucha antifascista era lógicamente el derrocamiento del Caudillo. Fue así que, en 1947, precisamente en momentos en que acababa de crearse la CIA, la OSS emprendió la «Operación Banana». Anarquistas catalanes recibieron entonces ciertas cantidades de armas y desembarcaron en las costas españolas con el objetivo de derrocar el régimen franquista. Parece, sin embargo, que no hubo entre los anglosajones un verdadero consenso en cuanto a la necesidad política de deshacerse de Franco, a quien algunos, en Londres y Washington, veían más bien como una importante carta de triunfo. Finalmente, el MI6 británico acabo informando a los servicios secretos españoles sobre la existencia de la Operación Banana. Los rebeldes fueron arrestados y fracasó así el «contragolpe de Estado» [8].





El almirante español Carrero Blanco, miembro del Opus Dei y oficial de enlace de Gladio, presta juramento sobre la Biblia ante el Caudillo Franco junto a su gobierno.

En 1953, Franco consolidó su posición en la escena internacional al firmar con Washington un pacto que permitía a Estados Unidos el despliegue de misiles, tropas, aviones y antenas SIGINT (Signals Intelligence) en territorio español. En reciprocidad, Estados Unidos sacó a España de su aislamiento internacional convirtiéndola en 1955, a pesar de la oposición de muchos países, comenzando por la Unión Soviética, en miembro de la Organización de Naciones Unidas. Como muestra de respaldo a la «muralla contra el comunismo» que era España, el secretario de Estado John Foster Dulles, hermano del director de la CIA Allen Dulles, se reunió con Franco en diciembre de 1957 y el hombre de confianza del Caudillo, Carrero Blanco, puso especial cuidado en cultivar las relaciones entre la dictadura española y la CIA. A fines de los años 1950, «las relaciones se habían fortalecido, convirtiendo el aparato de inteligencia de Franco en uno de los mejores aliados de la CIA en Europa» [9].

Al igual que los dictadores de Latinoamérica, Franco se había convertido en un aliado de Washington. Tras las bien cerradas puertas de una oficina de enlace político situada en los pisos superiores de la embajada de Estados Unidos en Madrid, el jefe de la estación local de la CIA y su equipo de acción clandestina seguían de cerca la vida política española y la moldeaban. Siguiendo el comportamiento típico de los oligarcas, Franco se enriqueció y garantizó su control sobre el poder instaurando una jerarquía basada en los privilegios y la corrupción. Autorizaba la obtención de enormes beneficios provenientes de negocios sucios a sus más cercanos colaboradores, quienes a su vez beneficiaban a sus propios subordinados, y así sucesivamente… Toda la estructura del poder militar tenía que contar con la aprobación del Caudillo y dependía de él para sobrevivir [10].

En ese contexto, el ejército y los servicios secretos españoles prosperaron fuera de todo control y se dedicaron al tráfico de armas y de estupefacientes, así como al terrorismo en la misma escala que al contraterrorismo. La dictadura de Franco no disponía de uno sino de 3 ministerios de Defensa: uno para las fuerzas terrestres, otro para la fuerza aérea y otro más para la marina de guerra. Cada uno de aquellos 3 ministerios tenía su propio servicio de inteligencia: Segunda Sección Bis para el ejército terrestre, Segunda Sección Bis para la fuerza aérea y el Servicio de Información Naval (SEIN) para la marina de guerra. El Estado Mayor español (Alto Estado Mayor, AEM), dirigido por el propio Franco, tenía además su propio servicio secreto, el SIAEM (Servicio de Información del Alto Estado Mayor). Coronando todo ese conjunto, el ministerio del Interior dirigía también dos servicios: la Dirección General de Seguridad (DGS) y la Guardia Civil [11].

En 1990 se descubrió que agentes de los servicios secretos españoles habían codirigido, junto a la CIA, una célula del Gladio español en Las Palmas, Islas Canarias. La base fue construida al parecer en 1948 y estuvo operando durante los años 1960 y 1970. Agentes del servicio de inteligencia de las fuerzas terrestres parecen haber estado profundamente implicados en la red secreta stay-behind. André Moyen, quien fue miembro del SDRA, la inteligencia militar belga, de 1938 a 1952, afirmó que la Segunda Bis estaba siempre «muy bien informada sobre el Gladio» [12]. El historiador francés Roger Faligot confirmó las declaraciones de Mouen y subrayó que, en los años 1950, el ejército secreto español había estado bajo la dirección del cónsul de los Países Bajos Herman Laatsman, quien era «muy amigo, al igual que su esposa, de André Moyen» [13]. Una segunda confirmación llegó de Italia, donde el coronel Alberto Vollo declaró en 1990 que «en los años 1960 y 1970 existía efectivamente en Las Palmas, Islas Canarias, un centro de entrenamiento del Gladio dirigido por instructores americanos. En el mismo lugar había también instalaciones SIGINT americanas.» [14]

André Moyen aceptó responder a las preguntas del diario comunista belga Drapeau Rouge. En momentos en que la guerra fría estaba llegando a su fin, Moyen confirmó así a sus antiguos enemigos que, durante años de servicio activo, él mismo había participado directamente en la Operación Gladio y en misiones secretas contra los partidos comunistas de numerosos países. Contó este ex agente lo mucho que le había sorprendido que los servicios secretos españoles no fuesen objeto de una investigación más profunda ya que él sabía de fuentes fidedignas que dichos servicios habían desempeñado «un papel crucial en el reclutamiento de los agentes del Gladio» [15]. Según el testimonio de Moyen, en septiembre de 1945, el ministro belga del Interior Vleeschauwer lo había enviado a una reunión con el ministro del Interior italiano Mario Scelba, con la misión de elaborar estrategias destinadas a impedir que los comunistas lograran llegar al poder. Más tarde, Francia había mostrado el mismo interés y el ministro francés del Interior Jules Moch había puesta a Moyen en contacto con el director del SDECE, Henri Ribiere. El ex agente del SDRA afirmó haberse reunido también, en los años 1950 y con la mayor discreción, con altos militares de la neutral Suiza [16].

Declaró Moyen que sus primeros contactos con la rama española de la red Gladio databan de octubre de 1948, época en que «una célula de la red operaba en Las Palmas», Islas Canarias. Oficialmente, Moyen había sido enviado a Canarias para investigar un fraude vinculado a un combustible enviado por vía marítima desde Bélgica hacia el Congo vía las Islas Canarias. Según el testimonio de Moyen «El fraude beneficiaba a los representantes de las más altas autoridades españolas y nosotros descubrimos además un importante tráfico de drogas». Cuando Bélgica reveló la existencia de aquel tráfico, el dictador Franco envió «dos agentes de la Segunda Bis» del Estado Mayor encargados de ayudar en la investigación. «Aquellos hombres estaban muy bien informados, fueron de gran ayuda para mí», recuerda Moyen. «Hablábamos de montones de cosas y tuve la oportunidad de comprobar que estaban muy al corriente de la red Gladio» [17].

En 1968, Franco tuvo también que hacer frente al movimiento internacional de protesta de los estudiantes. Por temor a la aparición de manifestaciones masivas, el ministro de Educación de España pidió al jefe del SIAEM, el general Marcos, que organizara operaciones secretas contra las universidades. En 1968, el almirante Carrero Blanco, muy cercano a la CIA, creó en el seno del SIAEM una nueva unidad especial de guerra secreta bautizada como OCN cuyo blanco eran los estudiantes, los profesores y el movimiento revolucionario social en su conjunto. Después de varias operaciones exitosas, Carrero Blanco decidió, en marzo de 1972, convertir la subdivisión OCN del SIAEM en un nuevo servicio secreto denominado SECED (Servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno), servicio que puso bajo el mando de José Ignacio San Martín López, quien ya dirigía la OCN desde 1968 [18]. Según el autor especializado en el Gladio Pietro Cedomi, el SECED mantenía estrechos vínculos con el ejército stay-behind español, numerosos agentes eran miembros de ambas organizaciones a la vez, y el ejército secreto participó en la represión desencadenada contra los estudiantes y los profesores opositores [19].





El teniente coronel SS Otto Skorzeny adquirió toda una reputación de especialista en operaciones comando durante la Segunda Guerra Mundial. Su logro más importante fue la organización del rescate de Benito Mussolini, la Operación Eiche. Durante la guerra fría, Skorzeny creó la empresa de mercenarios Paladin Group, basada en España. Realiza entonces operaciones secretas para el Gladio y para otros clientes, como los coroneles griegos, el régimen sudafricano del apartheid, el coronel Kadhafi y el SDECE francés de Jacques Foccart. Trabaja también para transnacionales como Cadbury Schweppes y Rheinmetall.

Durante la guerra fría, la dictadura de Franco dio refugio a numerosos terroristas de extrema derecha que habían participado en la guerra secreta contra el comunismo en Europa Occidental. En enero de 1984, el extremista italiano Marco Pozzan, miembro de la organización Ordine Nuovo, reveló al juez Felice Casson, el magistrado que descubrió la existencia de los ejércitos secretos, que una verdadera colonia de fascistas italianos se había establecido en España durante los últimos años del régimen franquista. Más de 100 conspiradores habían huido de Italia después del fracaso del golpe de Estado neofascista del príncipe Valerio Borghese, en diciembre de 1970. Los partidarios de la extrema derecha, incluyendo al propio Borghese así como a Carlo Cicuttini y Mario Ricci, se habían reagrupado en España bajo la dirección del notorio terrorista internacional Stefano Delle Chiaie, cuyos hombres habían ocupado el ministerio italiano del Interior durante el fallido golpe de Estado.

En España, Delle Chiaie se vinculó a los fascistas de otros países europeos, como el ex nazi Otto Skorzeny; el ex oficial francés, miembro de la OAS y cercano al Gladio Yves Guerain-Serac y el director de Aginter Press, agencia de prensa ficticia basada en Portugal que servía de pantalla para la CIA. Los servicios secretos de Franco empleaban a Skorzeny como «consultor en seguridad» y contrataron a Delle Chiaie para perseguir a los opositores de Franco en España y en el exterior. Delle Chiaie organizó un millar de operaciones sangrientas, entre las que se cuentan unos 50 asesinatos. La guerra secreta en España consistió esencialmente en asesinatos y la realización de actos de terrorismo. Los miembros del ejército secreto de Delle Chiaie, como Aldo Tisei, confesaron posteriormente ante magistrados italianos que durante su exilio en España habían perseguido y asesinado militantes antifascistas españoles por encargo de los servicios secretos de España [20].





Stefano Delle Chiaie, fundador de Avanguardia Nazionale, miembro de la logia Propaganda Due (P2), dirigente de la World Anti-Communist League. Perpetró numerosos asesinatos y torturas en el marco de la Operación Cóndor en Argentina, Bolivia y Chile.

Marco Pozzan, quien huyó de España a principios de los años 1970, reveló que «Caccola», como apodaban a Delle Chiaie, recibía muy buena paga por los servicios que prestaba en España. «Hacía viajes muy costosos, siempre en avión, incluyendo vuelos transatlánticos. Caccola recibía casi siempre el dinero de los servicios secretos y de la policía española.» Entre los blancos del fascista se hallaban los terroristas de ETA (Euskadi Ta Askatasuna) que luchaban por la independencia del país vasco. Por orden de Caccola, agentes subversivos se infiltraron en las células de ETA y entre sus simpatizantes. «Sabemos que Caccola y sus hombres actuaron contra los autonomistas vascos por orden de la policía española», recordó Pozzan. «Yo recuerdo que durante una manifestación en Montejurra, Caccola y su unidad organizaron una batalla entre dos movimientos políticos opuestos. Para que no se pudiera acusar a la policía española de intervenciones violentas injustificadas, Caccola y su unidad tenían que provocar e instaurar el desorden. Aquel día incluso hubo varios muertos. Fue en 1976.» [21]

En 1975, después del fallecimiento de Franco, Delle Chiaie comprendió que España había dejado de ser un lugar seguro y se fue a Chile. Allí lo reclutó Pinochet, el dictador chileno aupado por la CIA. En el marco de la Operación Cóndor, Pinochet le ordenó perseguir y matar a los opositores chilenos en todo el continente latinoamericano. Caccola se fue después a Bolivia, donde formó escuadrones de la muerte y desencadenó nuevamente una «violencia sin límites». Nacido en 1936, Stefano Delle Chiaie sigue siendo hoy el más conocido de los terroristas miembros de los ejércitos secretos que combatieron el comunismo en Europa y en el mundo durante la guerra fría. Este fascista fue la pesadilla de los movimientos de izquierda del mundo entero, pero después de su huida de España prácticamente no volvió más al Viejo Continente, excepto en 1980, cuando la policía italiana sospecha que volvió a su país natal para perpetrar el atentado de la estación de Bolonia. El 27 de marzo de 1987 este intocable mercenario fue finalmente arrestado en Caracas por los servicios secretos venezolanos, a los 51 años. En sólo pocas horas, agentes de los servicios secretos italianos y de la CIA llegaron a Caracas. Caccola no expresó ningún remordimiento, pero señaló en pocas palabras que muchos gobiernos lo habían protegido durante su guerra contra la izquierda a cambio de que él ejecutara para ellos ciertas misiones: «Hubo atentados. Eso es un hecho. Los servicios secretos enmascararon las pistas. Eso es otro hecho.» [22]





El 20 de diciembre de 1973, los nacionalistas vascos de ETA ejecutaron al almirante Carrero Blanco. Su automóvil blindado Dodge Dart GT 3700 activó una mina que lo lanzó a 35 metros de altura. Carrero Blanco murió a causa del impacto provocado por el aplastamiento del vehículo.

En junio de 1973, sintiendo la proximidad de su propio fin, Franco había nombrado primer ministro a Carrero Blanco, su oficial de enlace con la CIA y gran arquitecto de sus servicios secretos. Pero la mayoría de la población odiaba a Carrero Blanco, debido a sus métodos brutales, y este murió en diciembre del mismo año cuando su automóvil hizo estallar una mina de ETA. Considerada hasta aquel momento como «folklórica», la organización terrorista franco-española ETA se convirtió entonces, como resultado del asesinato del primer ministro español, en un peligroso enemigo del Estado.

Después de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, la transformación del aparato español de seguridad resultó difícil. El SECED (Servicio Central de Documentación de la Defensa), que era el más conocido de los servicios secretos de España, fue rebautizado como CESID (Centro Superior de Información de la Defensa). Su primer director, el general José María Burgón López-Doriga, se ocupó sin embargo de que el nuevo órgano se conformara esencialmente con ex agentes del SECED. De esa manera, la guerra secreta desatada con la complicidad de los extremistas italianos podía continuar, como subrayó la prensa en 1990, cuando se descubrió la existencia de los ejércitos secretos: «Hace una semana, el diario español El País descubrió el último vínculo conocido entre España y la red secreta. Carlo Cicuttini, cercano del Gladio, participó activamente en el atentado de la estación de Atocha, en Madrid, en enero de 1977.» «Después vino el ataque de un comando de extrema derecha contra la oficina de un abogado cercano al partido comunista, [atentado] que dejó 5 muertos. El hecho provocó pánico, (…) porque se temía que fuera el comienzo de una nueva serie de atentados tendientes a obstaculizar el proceso de transición democrática en España.» [23]

El guerrero de la sombra de extrema derecha Cicuttini había huido a España en un avión militar después del atentado dinamitero de Peteano, en 1972. Fue precisamente al investigar ese atentado años después que el juez Felice Casson logró llegar hasta el terrorista de extrema derecha Vincenzo Vinciguerra y el ejército secreto, lo cual llevó al descubrimiento de la red europea Gladio. En España, Cicuttini se había puesto al servicio de la guerra secreta de Franco quien, en pago, lo protegía de la justicia italiana. En 1987, esta última lo condenó a cadena perpetua por su participación en el atentado de Peteano. Sin embargo, como síntoma de la persistente influencia que su aparato militar seguía ejerciendo por debajo de la mesa, la España ya convertida en democracia se negó a entregarlo a las autoridades italianas alegando que, al casarse con la hija de un general español, Cicuttini se había convertido en ciudadano español. No fue hasta abril de 1998, a la edad de 50 años, que el terrorista fue finalmente arrestado en Francia y extraditado a Italia [24].

Como todos los ejércitos secretos de Europa Occidental, la red anticomunista española se mantenía sistemáticamente en estrecho contacto con la OTAN. En 1990, al estallar el escándalo, el general italiano Gerardo Serravalle, quien dirigió el Gladio en su país desde 1971 hasta 1974, escribió un libro sobre la rama italiana del ejército secreto de la OTAN [25]. Serravalle contaba en dicho libro que, en 1973, los responsables de los ejércitos secretos de la alianza atlántica se habían reunido en el CPC, en Bruselas, en el marco de un encuentro extraordinario para discutir la admisión de la España franquista en el seno del Comité. Los servicios secretos militares franceses y la muy influyente CIA defendieron al parecer la admisión de la red española mientras que Italia, representada por Serravalle, se opuso porque se sabía que la red española estaba protegiendo en aquella época a varios terroristas italianos. «Nuestras autoridades políticas se hubieran visto en una situación especialmente delicada ante el Parlamento», escribe el general en su libro, de haberse sabido no sólo que Italia mantenía un ejército secreto sino que, además, colaboraba estrechamente con la red clandestina española que albergaba y protegía a terroristas italianos. Por lo tanto, España no fue admitida oficialmente en el CPC [26].

En una segunda reunión del CPC, esta vez en París, los representantes de los servicios secretos de Franco estuvieron nuevamente presentes. Aseguraron que España merecía integrar el centro de comando del Gladio ya que hacía mucho que había autorizado a Estados Unidos el estacionamiento de sus misiles nucleares en territorio español y la entrada de los navíos de guerra y los submarinos estadounidenses en puertos españoles sin haber recibido nunca nada a cambio de parte de la OTAN. Teniendo en cuenta la barrera natural que constituyen los Pirineos y la distancia que separaba España de las fronteras de la URSS, es probable que el desarrollo de capacidades de resistencia en caso de ocupación no fuese el principal objetivo de los agentes de los servicios secretos españoles presentes en aquella reunión. Es más probable que su objetivo fuera disponer de una red secreta operativa para luchar contra los socialistas y los comunistas españoles. «En cada reunión hay una “hora de la verdad”. Sólo hay que esperarla», explica Serravalle. «Es el momento en que los delegados de los servicios secretos, relajados ante una botella o una taza de café, están más dispuestos a hablar con franqueza. En París, aquel momento llegó durante la pausa del café. Me acerqué a uno de los representantes españoles y empecé por decirle que su gobierno quizás había sobrestimado la envergadura de la amenaza comunista proveniente del este. Yo quería provocarlo. Pareció muy sorprendido y reconoció que España tenía un problema con los comunistas (“los rojos”). Por fin sabíamos la verdad.» [27]

España se convirtió oficialmente en miembro de la OTAN en 1982. Pero el general italiano Serravalle reveló que contactos no oficiales habían tenido lugar mucho antes de esa fecha. Según Serravalle, España «no entró por la puerta sino por la ventana». Por invitación de Estados Unidos, el ejército secreto español había participado, por ejemplo, en un ejercicio stay-behind bajo el mando de las fuerzas estadounidenses realizado en Baviera, en marzo de 1973 [28]. Parece además que el Gladio español también formó parte, bajo el nombre codificado de «Red Quantum», del segundo órgano de mando en el seno de la OTAN, el CC. «Cuando España se integró a la OTAN en 1982, su estructura stay-behind cercana al CESID (Centro Superior de Información de la Defensa), sucesora del SECED, se incorporó al ACC», precisó Pietro Cedoni, autor especializado en Gladio. «Eso provocó conflictos en el seno del Comité. Los italianos del SISMI [los servicios secretos militares de Italia] acusaban esencialmente a los españoles de respaldar indirectamente a los neofascistas italianos a través de su red stay-behind “Red Quantum”.» [29]

No es posible afirmar con certeza que los socialistas españoles del primer ministro Felipe González, quien llegó al poder en 1982, conocían aquel programa de colaboración con la OTAN. El nuevo gobierno democrático se mostraba, en efecto, especialmente desconfiado hacia el CESID, que dirigía el coronel Emilio Alonso Manglano y sobre el que no tenían prácticamente ningún control. En agosto de 1983 se supo que agentes del CESID escuchaban clandestinamente las conversaciones de los ministros socialistas desde los sótanos de la sede del gobierno. A pesar del escándalo que aquello provocó, Manglano logró conservar su puesto. En 1986, cuando España fue aceptada en la Comunidad Europea luego de una notable transición democrática, muchos esperaban que el antiguo aparato de los servicios secretos fuera finalmente derrotado y puesto bajo estricto control del gobierno. Pero aquella esperanza, existente también en muchos otros países de Europa Occidental, fue barrida por el descubrimiento de la red de ejércitos stay-behind conocida como Gladio.

Cuando la prensa comenzaba a interesarse de cerca por los ejércitos secretos, a finales de 1990, el diputado comunista español Carlos Carnero sospechó con toda razón que España había sido una de las principales bases del Gladio y que había acogido a neofascistas de numerosos países, quienes gozaron de la protección del aparato estatal franquista. La sospecha de Carlos Carnero fue confirmada por Amadeo Martínez, un ex coronel que había tenido que dejar el ejército español por las cosas que decía y que declaró a la prensa en 1990 que bajo el régimen de Franco España había sido efectivamente base de una estructura tipo Gladio que había realizado, entre otras operaciones dignas de condena, acciones de espionaje contra opositores políticos [30]. La televisión estatal transmitió entonces un reportaje sobre Gladio que confirmaba que agentes de la red habían venido a España a entrenarse bajo la dictadura de Franco. Un oficial italiano familiarizado con los ejércitos secretos testimoniaba que soldados de la red stay-behind de la OTAN se habían entrenado en España desde 1966 –y quizás antes de ese año– hasta mediados de los años 1970. El ex agente afirmaba que él mismo se había entrenado, al igual que 50 de sus compañeros de armas, en la base militar de Las Palmas, Islas Canarias. Según él, la mayoría de los instructores de Gladio eran estadounidenses [31].

Pero era evidente que no todos estaban tan bien informados. Javier Rupérez, primer embajador de España ante la OTAN, de junio de 1982 a febrero de 1983, afirmó a la prensa que nada sabía de Gladio. Rupérez, entonces miembro del conservador Partido Popular y director de la Comisión de Defensa, declaró: «Nunca supe nada sobre ese tema. Yo no tenía la menor idea de las cosas de las que me estoy enterando ahora al leer los periódicos.» Fernando Morán, ministro socialista de Relaciones Exteriores hasta julio de 1985, dijo ante las cámaras que no sabía nada de Gladio: «Nunca durante mis años en el ministerio ni en cualquier otro momento me llegó la menor información, indicación o rumor sobre la existencia de Gladio ni de nada por el estilo.» [32]

El diputado Antonio Romero, miembro del partido opositor Izquierda Unida (IU) se interesó mucho en el misterioso asunto y se puso en contacto con varios ex agentes implicados. Llegó a la convicción de que aquella red secreta también había operado en España y que había «actuado contra militantes comunistas y anarquistas, específicamente entre los mineros de Asturias y los nacionalistas catalanes y vascos» [33]. El 15 de noviembre, Romero pidió por lo tanto al gobierno español del primer ministro socialista Felipe González y al ministro de Defensa Narcís Serra que explicaran con exactitud qué papel había desempeñado España en el marco de la Operación Gladio y los ejércitos stay-behind de la OTAN. Al día siguiente, Felipe González declaró a la prensa que «ni siquiera había pensado» que España pudiese desempeñar algún papel en la Operación Gladio [34]. Pero Romero no se dio por satisfecho con aquella respuesta y formuló entonces 3 preguntas muy precisas. La primera fue: «En su condición de miembro de la alianza [atlántica], ¿tiene el gobierno español intenciones de pedir a la OTAN explicaciones sobre las actividades y la existencia de una red Gladio?» La segunda pregunta también tenía que ver con la OTAN. Romero quería saber si el ejecutivo español pensaba abrir «un debate y una investigación sobre las actividades de Gladio a nivel de los ministros de Defensa, de los ministros de Relaciones Exteriores y de los primeros ministros de los países miembros de la OTAN». Para terminar, el diputado preguntaba si el gobierno español creía posible una traición de la OTAN en la medida en que «ciertos países han operado a través de Gladio sin que se le informara a España en el momento de su entrada al Tratado [en 1982]» [35]


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El Caudillo había previsto la restauración de la monarquía para después de su muerte y había escogido al joven Juan Carlos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias como futuro rey de España. Pero el régimen se había hecho anacrónico, por lo que Washington decidió favorecer la integración de España a la naciente Unión Europea y obligó al joven rey a dirigir la transición democrática, con la condición de que mantuviera las bases militares estadounidenses y entrara en la OTAN.

Al día siguiente, los diarios españoles anunciaban en primera plana: «Los servicios secretos españoles mantenían estrechos vínculos con la OTAN. [El ministro de Defensa] Serra ordena una investigación sobre la red Gladio en España.» El tema era explosivo para la frágil democracia española. Citando fuentes anónimas, la prensa reveló que «activistas [de Gladio] habían sido reclutados en las filas del ejército y de la extrema derecha». Serra dio muestras de gran incomodidad y en su primera respuesta a los periodistas se apresuró a precisar que «cuando llegamos al poder en 1982 no encontramos nada por el estilo» y agregó que fue así «probablemente porque nos incorporamos a la OTAN muy tarde, cuando disminuía la intensidad de la guerra fría». Serra aseguró además a la prensa que, en respuesta a las preguntas del diputado Romero, él mismo había ordenado la apertura de una investigación de su propio ministerio para sacar a la luz las posibles conexiones entre España y Gladio. Pero fuentes cercanas al gobierno revelaron a los periodistas que la investigación interna estaba más destinada a enmascarar los hechos que a revelarlos ya que el objetivo anunciado era «confirmar que esa organización específica no había operado en España» [36]. Serra, que quería sobre todo enterrar el asunto, había puesto la investigación en manos del CESID, detalle revelador ya que el sospechoso investigaba así su propio crimen.

Así que nadie se sorprendió cuando, el 23 de noviembre de 1990, respondiendo a la solicitud de Romero, Narcís Serra anunció al parlamento español que, según los resultados de la investigación que había realizado el CESID, España nunca había formado parte de la red secreta Gladio «ni antes ni después de la llegada de los socialistas al poder». Prudentemente, el ministro agregó: «Se ha hablado de contactos durante los años 1970, pero resultará muy difícil para los servicios actuales determinar la naturaleza exacta de esos contactos.» Serra, quien adoptaba un discurso cada vez más ambiguo, llamó a los diputados a confiar en su propio «buen sentido» más que en los documentos, los testimonios, los hechos y las cifras disponibles: «Dado que en aquella época España no era miembro de la OTAN, el buen sentido nos sugiere que no puede tratarse de vínculos muy estrechos.» Aquello no fue del agrado de la prensa española, la que replicó que el ministro de Defensa estaba haciendo propaganda o simplemente no conocía ni controlaba su propio ministerio [37].

Romero no juzgó satisfactorias las respuestas de Serra e insistió en que se interrogara al director del CESID de aquella época. «Si el CESID no sabe nada de todo esto, hay que expulsar al general Manglano», concluyó Romero ante los periodistas. En efecto, Manglano no sólo era el jefe del CESID sino también el delegado español ante la OTAN en materia de seguridad. El escándalo alcanzó su punto más álgido cuando, a pesar de los pedidos del parlamento, Manglano simplemente se negó a responder. Furioso, Romero dedujo que era evidente que, en España, «las más altas autoridades militares están implicadas en el caso Gladio» [38]


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Leopoldo Calvo-Sotelo (1926-2008), presidente [primer ministro] del gobierno español de 1981 a 1982.

Después de comprobar el fracaso del gobierno de la época en revelar la verdad, la prensa española se volvió hacia el más alto dignatario ya retirado de la joven democracia y le preguntó si sabía algo más sobre aquel misterioso asunto. Como primer ministro desde febrero de 1981 hasta diciembre de 1982, Calvo-Sotelo había nombrado a Manglano a la cabeza del CESID y respondió que Gladio no existía en España: «No tuve conocimiento de que haya existido aquí nada de ese género y puedo asegurarles que yo lo hubiera sabido de ser el caso.» Cuando los periodistas insistieron, recordando que los ejércitos stay-behind habían existido en el mayor secreto en toda Europa Occidental, Calvo-Sotelo se molestó, calificó la red Gladio de «ridícula y criminal» y declaró: «Si me hubiesen informado de una cosa tan descabellada, yo habría reaccionado inmediatamente.» [39]

El ex primer ministro confirmó que cuando España dio sus primeros pasos hacia la democracia, después de la muerte de Franco, hubo temor por la reacción del Partido Comunista Español. Pero «los pobres resultados que obtuvo el PCE en los primeras elecciones y los resultados aún más ridículos que obtuvo en los siguientes escrutinios disiparon nuestros temores». Calvo-Sotelo había sido uno de los principales artífices de la adhesión de España a la OTAN, pero dijo a la prensa que en el momento de unirse a la alianza atlántica, no se había informado por escrito a España de la existencia de una red Gladio clandestina. «No hubo ninguna correspondencia escrita sobre ese tema», dijo Calvo-Sotelo, antes de agregar de forma bastante sibilina: «Y por lo tanto no había tampoco por qué hablar de ello, si hubiese sido el tipo de tema del que se pudiera hablar.» Explicó Calvo-Sotelo que, antes de la firma del Tratado por parte de España en mayo de 1982, él sólo había asistido a algunos encuentros con los representantes de la OTAN y recordó que el PSOE había llegado al poder a finales de aquel mismo año y que él había tenido que dejarle el puesto de primer ministro a Felipe González. Finalmente, las autoridades no ordenaron ni investigación parlamentaria ni presentación de informe público sobre la cuestión del Gladio.

(Continuará…)
Daniele Ganser




Este artículo es el capítulo 8 del libro Armées secrètes de l’OTAN.
© Version française : éditions Demi-lune (2007).


[1] En su prefacio del libro de Ian Mac Dougall, Voices from the Spanish Civil War. Personal Recollections of Scottish Volunteers in Republican Spain, 1936–1939 (Polygon, Edimburgo, 1986).

[2] Paul Vallely, «Romancing the past: Sixty years ago, thousands of men and women went to fight in the Spanish Civil War. Are there any ideals for which we would take up arms today?», publicado en el diario británico The Independent el 22 de julio de 1996.

[3] Brian Catchcart, «They kept the red flag flying: It is 60 years since General Franco launched his assault on the Spanish Republic and thousands of young Britons joined the International Brigades to defend it. What drove them to leave homes, jobs and families, risking their lives? And what did they find when they returned?», publicado en el semario británico The Independent on Sunday el 21 de julio de 1996.

[4] Diario estadounidense The New York Times, edición del 16 de octubre de 1936.

[5] James Hopkins, Into the Heart of Fire. The British in the Spanish Civil War(Stanford University Press, Stanford, 1998), p.294.

[6] Ejemplo encontrado en el diario británico The New Statesman, edición del 26 de abril de 1958.

[7] «Calvo-Sotelo asegura que España no fue informada, cuando entró en la OTAN, de la existencia de Gladio. Morán sostiene que no oyó hablar de la red clandestina mientras fue ministro de Exteriores», publicado en el diario español El País el 21 de noviembre de 1990.

[8] Roger Faligot y Remi Kaufer, Les Maîtres Espions. Histoire mondiale du renseignement. De la Guerre Froide à nos jours (Robert Laffont, París, 1994), p.282.

[9] Faligot y Kaufer, Espions, p.284.

[10] Ver la interesante biografía de Franco por Paul Preston, The Folly of Appeasement: Franco: A Biography (HarperCollins, Londres, 1993).

[11] Faligot y Kaufer, Espions, p.281–285.

[12] «Calvo-Sotelo asegura que España no fue informada, cuando entró en la OTAN, de la existencia de Gladio. Morán sostiene que no oyó hablar de la red clandestina mientras fue ministro de Exteriores», publicado en el diario español El País el 21 de noviembre de 1990.

[13] Faligot y Kaufer, Espions, p.55.

[14] Angel Luis de la Calle, «Gladio: Ligacoes obscuras em Espanha», publicado en el diario portugués Expresso el 8 de diciembre de 1990.

[15] Josef Manola, «Spaniens Geheimdienste vor der Durchleuchtung. Naehe zu Rechtsradikalen», publicado en el diario alemán Der Standard el 17 de noviembre de 1990.

[16] El juez Cornu, a cargo del expediente Gladio, simplemente afirmó que Moyen no era una fuente fidedigna.

[17] «Calvo-Sotelo asegura que España no fue informada, cuando entró en la OTAN, de la existencia de Gladio. Morán sostiene que no oyó hablar de la red clandestina mientras fue ministro de Exteriores», diario español El Paísdel 21 de noviembre de 1990.

[18] Faligot y Kaufer, Espions, p.285.

[19] Pietro Cedomi, «Services Secrets, Guerre Froide et ‘stay-behind’ Part III. Répertoire des réseaux S/B», publicación belga Fire! Le Magazine de l’Homme d’Action, noviembre/diciembre de 1991, p.83.

[20] Stuart Christie, Martin Lee y Kevin Coogan, «Protected by the West’s Secret Services, Hired by South American’s Drug Barons, the Man they called ‘Shorty’ Terrorised Two Continents.», publicado en el semanario británicoNews on Sunday Extra el 31 de mayo de 1987. Ver la excelente biografía de Stafano Delle Chiaie por Stuart Christie, Stefano Delle Chiaie (Anarchy Publications, Londres, 1984).

[21] Miguel González, «Un informe oficial italiano implica en el crimen de Atocha al ‘ultra’ Cicuttini, relacionado con Gladio. El fascista fue condenado en el proceso que ha sacado a la luz la estructura secreta de la OTAN», publicado en el diario español El País el 2 de diciembre de 1990.

[22] Senato della Repubblica. Commissione parlamentare d’inchiesta sul terrorismo in Italia e sulle cause della mancata individuazione dei responsabiliy delle stragi : Il terrorismo, le stragi ed il contesto storico politico. Redatta dal presidente della Commissione, Senatore Giovanni Pellegrino. Roma, 1995, p.203.

[23] Angel Luis de la Calle, «Gladio: ligacoes obscuras em Espanha», publicado en el diario portugués Expresso el 8 de diciembre de 1990. Y Miguel Gonzalez, «Un informe oficial italiano implica en el crimen de Atocha al ‘ultra’ Cicuttini, relacionado con Gladio. El fascista fue condenado en el proceso que ha sacado a la luz la estructura secreta de la OTAN», publicado en el diario español El País el 2 de diciembre de 1990.

[24] Agencia de prensa internacional Agence France Presse, 17 de abril de 1998.

[25] Gerardo Serravalle, Gladio (Edizione Associate, Roma, 1991). Otro general italiano que dirigió el ejército Gladio de 1974 a 1986, Paolo Inzirelli, escribió también un libro de homenaje al ejército secreto, Paolo Inzerilli,Gladio. La Verità negata (Edizioni Analisi, Bolonia, 1995).

[26] Serravalle, Gladio, p.81.

[27] Ibid, p.82.

[28] Ibid, p.82.

[29] Pietro Cedomi, «Services Secrets, Guerre Froide et ‘stay-behind’ 3e Partie. Répertoire des réseaux S/B» en la publicación belga Fire! Le Magazine de l’Homme d’Action, noviembre/diciembre de 1991, p.83.

[30] Josef Manola, «Spaniens Geheimdienste vor der Durchleuchtung. Naehe zu Rechtsradikalen», publicado en el diario alemán Der Standard el 17 de noviembre de 1990.

[31] «Spain says it never joined Gladio. TV says agents trained there». Reuters, agencia de prensa internacional, 23 de noviembre de 1990. Ver también de Leo Müller, Gladio. Das Erbe des Kalten Krieges. Der NATO Geheimbund und sein deutscher Vorläufer (Rowohlt, Hamburgo, 1991), p.53.

[32] «Calvo-Sotelo asegura que España no fue informada, cuando entró en la OTAN, de la existencia de Gladio. Morán sostiene que no oyó hablar de la red clandestina mientras fue ministro de Exteriores», diario español El Paísdel 21 de noviembre de 1990.

[33] Ibid.

[34] «Germany to dissolve Gladio resistance network». Reuters. Agencia de prensa internacional, 16 de noviembre de 1990.

[35] «IU recabará en Bruselas información sobre la red Gladio en España», en el diario español El País del 20 de noviembre de 1990.

[36] «El servicio español de inteligencia mantiene estrechas relaciones con la OTAN. Serra ordena indagar sobre la red Gladio en España», en el diario español El País del 16 de noviembre de 1990.

[37] «Spain says it never joined Gladio. TV says agents trained there». Reuters, agencia de prensa internacional, 23 de noviembre de 1990.

[38] «IU recabará en Bruselas información sobre la red Gladio en España », diario español El País, edición del 20 de noviembre de 1990.

[39] «Calvo-Sotelo asegura que España no fue informada, cuando entró en la OTAN, de la existencia de Gladio. Morán sostiene que no oyó hablar de la red clandestina mientras fue ministro de Exteriores», diario español El Pais del 21 de noviembre de 1990.


http://www.voltairenet.org/article170449.html

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Etiquetas: La guerra secreta en España, Los ejércitos secretos de la OTAN

domingo, 14 de julio de 2013

De Gladio à Gladio-B, et à al Qaïda


De Gladio à Gladio-B, et à al Qaïda

Depuis plus une dizaine d’années, une polémique et diverses révélations font épisodiquement surface à propos du sort de Sibel Edmonds, jeune universitaire multilingue qui fut engagée comme traductrice au FBI immédiatement après l’attaque 9/11 pour des travaux de traduction dont il s’avéra qu’ils portaient sur des documents ultra-sensibles. Elle fut mise à pied après être intervenue auprès de ses supérieurs concernant le contenu de certains des cables ultrasecrets qu’elle avait traduits, qui montraient une collaboration active entre divers services et officiels du gouvernement US, et divers individus et organisations terroristes plus ou moins affiliés à al Qaïda, ou ce qui est regroupé sous ce nom.

Edmonds a publié un livre sur son histoire l’année dernière (Classified Woman: The Sibel Edmonds Story). Elle a rencontré l’universitaire, journaliste, auteur et activiste Nafeez Mosaddeq Ahmed, qui a publié à la suite de cette interview un long article sur la connexion entre les USA et les groupements islamistes. L’article a été publié le 17 mai 2013 sur le site du magazine CeaseFire, repris sur divers sites et enfin publié sur le propre site de Nafeez Mosaddeq Ahmed, Cutting Edge, le 21 mai 2013. Dans cette dernière version, Nafeez Mosaddeq Ahmed rajoute certaines précisions, notamment en nommant certaines personnes jusqu’alors désignées anonymement. Cet article très long, très détaillé, rend compte de l’extraordinaire complexité des connexions USA-islamistes, et des myriades d’implications et d'opérations clandestines qui vont avec.

Nous publions la présentation de son article par Nafeez Mosaddeq Ahmed, le début de l’article décrivant la carrière d’Edmonds depuis sa mise à pied du FBI et les pressions et diverses attaques juridiques auxquelles elle a du faire face ; et un passage particulièrement intéressant, caractérisant la mise en place et le déploiement d’une organisation désignée Gladio-B, développé à partir du Gladio initial. Le schéma d’utilisation concernant Gladio-B expose que les groupes terroristes islamistes furent utilisés, à partir des années 1990, de la même façon que les groupes néo-fascistes et néo-nazis avaient été utilisés notamment en Europe, dans les années 1970, dans les opérations de montage terroriste dans le cadre des opérations Gladio, particulièrement en Italie et en Belgique.

La connexion est évidemment extrêmement intéressante et permet d’envisager une vue d’ensemble des opérations clandestines et de montage terroriste des activités des services de sécurité nationale des USA, de nombre de pays de l’OTAN, et d’autres pays associés au bloc BAO comme l’Égypte du président Moubarak. Elle confirme l’importance fondamentale de l’opération Gladio, prolongée en Gladio-B, pour l’entièreté de la période depuis 1945. On voit que cette opération générale a tendu et tend toujours à chapeauter, sinon à regrouper finalement l’ensemble des opérations subversives du Système dans sa branche américaniste durant cette période et jusqu’à nos jours, selon le scénario de susciter des changements de politique ou des changements de gouvernement/de régime dans les pays de diverses régions (l’Europe d’abord pour Gladio, l’Asie centrale et ses alentours pour Gladio-B) par une stratégie de provocation utilisant l’instrument du terrorisme, pour des buts spécifiques qui peuvent varier. Ces précisions confirment également l’analyse de Daniele Ganser, universitaire suisse et meilleur spécialiste du Gladio, qui établissaient des connexions directes entre l’action durant la guerre froide de Gladio et les implications du même Gladio autour de l’attaque 9/11 et en général dans cette périodepost-guerre froide (voir deux de nos textes sur Ganser et Gladio, une reprise d’une interview le 27 décembre 2005, une analyse également du même 27 décembre 2005).
Introduction de l’article de Nafeez Mosaddeq Ahmed

«Last Friday, Ceasefire magazine published my exclusive, in-depth investigative report exposing the Pentagon's covert sponsorship of al Qaeda terrorists from the late 1990s through to 9/11 - including sponsoring Ayman al Zawahiri himself.

»My report is based on interviews with FBI whistleblower Sibel Edmonds, whose extraordinary case has been covered by the likes of Vanity Fair and American Conservative, as well as with Sunday Times journalists who corroborated her claims and spoke of an investigative series they were working on in 2008, based on her revelations, which was “pulled” inexplicably after US government pressure.

»The report has gone well and truly viral, collecting over 4,000 Facebook shares, 500 Tweets, and being reposted all over the web. The report was also republished by the highly respected US investigative news magazine, Counterpunch.

»But there's more...

»The versions published so far have been edited to avoid naming certain names. Below, exclusively for this blog, I publish the original version identifying the “State Department official” fingered by Sibel in the past - Marc Grossman, a senior government official who has worked for both the Bush and Obama administrations before moving into the private sector/lobbying sector...»
Le Système versus Sibel Edmonds

«A whistleblower has revealed extraordinary information on the U.S. government's support for international terrorist networks and organised crime. The government has denied the allegations yet gone to extraordinary lengths to silence her. Her critics have derided her as a fabulist and fabricator. But now comes word that some of her most serious allegations were confirmed by a major European newspaper only to be squashed at the request of the U.S. government.

»In a recent book, Sibel Edmonds, a former translator for the FBI, describe how the Pentagon, CIA and State Department maintained intimate ties to al-Qaeda militants as late as 2001.Her memoir, Classified Woman: The Sibel Edmonds Story, published last year, charged senior government officials with negligence, corruption and collaboration with al Qaeda in illegal arms smuggling and drugs trafficking in Central Asia.

»In interviews with this author in early March, Edmonds claimed that Ayman al-Zawahiri, current head of al Qaeda and Osama bin Laden's deputy at the time, had innumerable, regular meetings at the U.S. embassy in Baku, Azerbaijan, with U.S. military and intelligence officials between 1997 and 2001, as part of an operation known as 'Gladio B'. Al-Zawahiri, she charged, as well as various members of the bin Laden family and other mujahideen, were transported on NATO planes to various parts of Central Asia and the Balkans to participate in Pentagon-backed destabilisation operations.

»According to two Sunday Times journalists speaking on condition of anonymity, this and related revelations had been confirmed by senior Pentagon and MI6 officials as part of a four-part investigative series that was supposed to run in 2008. The Times journalists described how the story was inexplicably dropped under the pressure of undisclosed “interest groups”, which, they suggest, were associated with the U.S. State Department.

»Described by the American Civil Liberties Union as the “most gagged person in the United States of America” Edmonds studied criminal justice, psychology and public policy at George Washington and George Mason universities. Two weeks after the 9/11 terrorist attacks, her fluency in Turkish, Farsi and Azerbaijani earned her an FBI contract at the Washington DC field office. She was tasked with translating highly classified intelligence from operations against terrorism suspects in and outside the U.S.. In the course of her work, she became privy to evidence that U.S. military and intelligence agencies were collaborating with Islamist militants affiliated with al-Qaeda, the very forces blamed for the 9/11 attacks – and that officials in the FBI were covering up the evidence. When Edmonds complained to her superiors, her family was threatened by one of the subjects of her complaint, and she was fired. Her accusations of espionage against her FBI colleagues were eventually investigated by the Justice Department's Office of the Inspector General, which did not give details about the allegations as they remained classified.

»Although no final conclusions about the espionage allegations were reached, the Justice Department concluded that many of Edmonds' accusations “were supported, that the FBI did not take them seriously enough and that her allegations were, in fact, the most significant factor in the FBI's decision to terminate her services.”

»When she attempted to go public with her story in 2002, and again in 2004, the U.S. government silenced Edmonds by invoking a legal precedent known as “state secrets privilege” – a near limitless power to quash a lawsuit based solely on the government's claim that evidence or testimony could divulge information that might undermine “national security.” Under this doctrine, the government sought to retroactively classify basic information concerning Edmonds's case already in the public record, including, according to the New York Times, “what languages Ms. Edmonds translated, what types of cases she handled, and what employees she worked with, officials said. Even routine and widely disseminated information – like where she worked – is now classified.”

»Although certainly not the first invocation of “state secrets privilege”, since the Edmonds case the precedent has been used repeatedly in the post-9/11 era under both the Bush and Obama administrations to shield the U.S. government from court scrutiny of rendition, torture, warrantless wiretapping, as well as the President's claimed war powers.

»Other intelligence experts agree that Edmonds had stumbled upon a criminal conspiracy at the heart of the American judicial system. In her memoirs, she recounts that FBI Special Agent Gilbert Graham, who also worked in the Washington field office on counterintelligence operations, told her over a coffee how he “ran background checks on federal judges” in the “early nineties for the bureau... If we came up with shit – skeletons in their closets – the Justice Department kept it in their pantry to be used against them in the future or to get them to do what they want in certain cases - cases like yours." A redacted version of Graham's classified protected disclosure to the Justice Department regarding these allegations, released in 2007, refers to the FBI's “abuse of authority” by conducting illegal wiretapping to obtain information on U.S. public officials.»
Description de Gladio-B

«In her March interview with this author, Edmonds said that the Pentagon operations with Islamists were an “extension” of an original 'Gladio' programme uncovered in the 1970s in Italy, part of an EU-wide NATO covert operation that began as early as the 1940s.

»As Swiss historian Dr. Daniele Ganser records in his seminal book, NATO's Secret Armies, an official Italian parliamentary inquiry confirmed that British MI6 and the CIA had established a network of secret “stay-behind” paramilitary armies, staffed by fascist and Nazi collaborators. The covert armies carried out terrorist attacks throughout Western Europe, officially blamed on Communists in what Italian military intelligence called the 'strategy of tension'.

»“You had to attack civilians, the people, women, children, innocent people, unknown people far removed from any political game” explained Gladio operative Vincenzo Vinciguerra during his trial in 1984. “The reason was quite simple. They were supposed to force these people... to turn to the State to ask for greater security.”

»While the reality of Gladio's existence in Europe is a matter of historical record, Edmonds contends the same strategy was adopted by the Pentagon in the 1990s in a new theatre of operations, namely, Asia. “Instead of using neo-Nazis, they used mujahideen working under various bin Ladens, as well as al-Zawahiri”, she said.

»The last publicly known Gladio meeting occurred in NATO's Allied Clandestine Committee (ACC) in Brussels in 1990. While Italy was a focal point for the older European operations, Edmonds said that Turkey and Azerbaijan served as the main conduits for a completely new, different set of operations in Asia using veterans of the anti-Soviet campaign in Afghanistan, the so-called “Afghan Arabs” that had been trained by al-Qaeda.

»These new Pentagon-led operations were codenamed 'Gladio B' by FBI counterintelligence: “In 1997, NATO asked [Egyptian President] Hosni Mubarak to release from prison Islamist militants affiliated to Ayman al-Zawahiri [whose role in the assassination of Anwar Sadat led to Mubarak’s ascension]. They were flown under U.S. orders to Turkey for [training and use in] operations by the Pentagon”, she said. Edmonds' allegations find some independent corroboration in the public record. The Wall Street Journal refers to a nebulous agreement between Mubarak and “the operational wing of Egyptian Islamic Jihad, which was then headed by Ayman al-Zawahiri... Many of that group's fighters embraced a cease-fire with the government of former President Hosni Mubarak in 1997.”

»Youssef Bodansky, former Director of the Congressional Task Force on Terrorism and Unconventional Warfare, cited U.S. intelligence sources in an article for Defense and Foreign Affairs: Strategic Policy, confirming “discussions between the Egyptian terrorist leader Dr. Ayman al-Zawahiri and an Arab-American known to have been both an emissary of the CIA and the U.S. Government.” He referred to an “offer” made to al-Zawahiri in November 1997 on behalf of U.S. intelligence, granting his Islamists a free hand in Egypt as long as they lent support to U.S. forces in the Balkans. In 1998, Al Zawahiri's brother, Muhammed, led an elite unit of the Kosovo Liberation Army against Serbs during the Kosovo conflict - he reportedly had direct contact with NATO leadership.

»“This is why”, Edmonds continued in her interview, “even though the FBI routinely monitored the communications of the diplomatic arms of all countries, only four countries were exempt from this protocol - the UK, Turkey, Azerbaijan, and Belgium - the seat of NATO. No other country - not even allies like Israel or Saudi Arabia, were exempt. This is because these four countries were integral to the Pentagon's so-called Gladio B operations.”

»Edmonds did not speculate on the objectives of the Pentagon's 'Gladio B' operations, but she highlights the following as possibilities: projecting U.S. power in the former Soviet sphere of influence to access previously untapped strategic energy and mineral reserves for U.S. and European companies; pushing back Russian and Chinese power; and expanding the scope of lucrative criminal activities, particularly illegal arms and drugs trafficking. Terrorism finance expert Loretta Napoleoni estimates the total value of this criminal economy to be about $1.5 trillion annually, the bulk of which “flows into Western economies, where it gets recycled in the U.S. and in Europe” as a “vital element of the cash flow of these economies.”

»It is no coincidence then that the opium trade, Edmonds told this author, has grown rapidly under the tutelage of NATO in Afghanistan: “I know for a fact that NATO planes routinely shipped heroin to Belgium, where they then made their way into Europe and to the UK. They also shipped heroin to distribution centres in Chicago and New Jersey. FBI counterintelligence and DEA (Drug Enforcement Agency) operations had acquired evidence of this drug trafficking in its surveillance of a wide range of targets, including officials in the Pentagon, CIA and State Department. As part of this surveillance, the role of the Dickersons – with the support of Grossman – in facilitating drug-trafficking, came up. It was clear from this evidence that the whole funnel of drugs, money and terror in Central Asia was directed, before 9/11, by Grossman.”

»The evidence for this funnel, according to Edmonds, remains classified in the form of FBI counterintelligence surveillance records she was asked to translate. Although this alleged evidence has never made it to court due to the U.S. government's exertion of 'state secret privilege', she was able to testify in detail concerning her allegations against Grossman and others under oath in 2009. She also aired these allegations in an interview with former CIA official Philip Giraldi in American Conservative magazine the same year...»

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