martes, 19 de mayo de 2015

Sayyed Nasralá: Nuestra nación afronta una nueva Nakba, la del takfirismo Yusuf Fernandez

Sayyed Nasralá: Nuestra nación afronta una nueva Nakba, la del takfirismo
Yusuf Fernandez
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha puesto en guardia a la nación islámica contra el peligro de “una nueva Nakba, la del takfirismo norteamericano-sionista”.

Evocando la batalla de Qalamún, Su Eminencia subrayó las consecuencias tácticas de lo que calificó de “éxito militar sin precedentes”, en especial la recuperación de un territorio bastante accidentado, con montañas de más de 2.000 metros donde había bases, campos de entrenamiento y fábricas de armas y coches bomba de los grupos armados.

He aquí los principales puntos de su discurso:

Antes de abordar los principales puntos de mi discurso, abro un paréntesis personal, pero necesario, teniendo en cuenta la multiplicación de rumores sobre mi salud e incluso mi vida.

Con respecto a mi salud, quiero aseguraros que no sufro ninguna enfermedad, gracias a Dios. Estoy en plena forma y no tomo ningún medicamento y esto es, en sí mismo, una bendición del Todopoderoso.

En lo que concierne al rumor sobre mi muerte debéis saber en primer lugar que la vida y la muerte dependen de la voluntad de Dios, pero también que la muerte de alguien no es algo que se pueda disimular y, como podéis constatar, estoy bien vivo.

La Nakba

Conmemoramos en estos días el 67º aniversario de la Nakba, es decir, la derrota de la nación frente al proyecto norteamericano-sionista. Se trata de nuestra derrota. Es la conmemoración de la instauración de la entidad sionista, de la expansión del sionismo, de sus guerras.

Hace falta en este día explicar cómo esta Nakba tuvo lugar y sacar lecciones de los errores y los malos cálculos, es decir, hablar de la responsabilidad de las gentes, de los pueblos, de sus dirigentes, de los reyes, de los intelectuales...

Hace falta denunciar los malos cálculos, los complots, las malas apuestas y las traiciones para extraer lecciones de aquella Nakba y evitar una segunda.

Ciertamente, no debemos olvidar las posiciones valerosas de algunos dirigentes y militantes patrióticos, movimientos de resistencia, soldados caídos mártires para salvar a Palestina, intelectuales, escritores etc que denunciaron el proyecto norteamericano-sionista.

En resumen, la Nakba de 1948 tuvo una consecuencia desastrosa para la nación árabe y musulmana: la de la ocupación de Palestina y la pérdida de una tierra árabe.

Hoy en día, tenemos necesidad de llevar a cabo esta revisión histórica, que no evocaré hoy en mi discurso por falta de tiempo. Sin embargo, quiero subrayar que hacemos frente en la actualidad a una nueva forma de Nakba, con los mismos malos cálculos, las mismas apuestas y los mismos errores. De este modo, la historia se repite.

Se trata de la Nakba del takfirismo, que EEUU utiliza como medio para destruir la región, dividirla y saquear sus recursos.

La nueva Nakba es más peligrosa que la de 1948 o 1967 puesto que el pueblo palestino ha permanecido, ha luchado siempre por sobrevivir y continúa existiendo.

Sin embargo, la nueva Nakba amenaza no sólo la existencia y presencia del pueblo palestino sino también la del resto de pueblos y estados de la región, como sucede en el caso de Siria, Jordania, Egipto, Iraq, Yemen, Arabia Saudí, Pakistán y Afganistán. Países enteros están amenazados de división, guerras, partición y la desaparición por el takfirismo.

Hace falta pues, recordar las lecciones de nuestra historia contemporánea, de la cual sufrimos las consecuencias. Tenemos hoy que asumir una responsabilidad: la de luchar contra esta nueva Nakba que amenaza con destruir nuestra historia y nuestro futuro. En diversas ocasiones, yo he puesto en guardia mediante mis discursos y mis intervenciones televisadas contra la amenaza takfiri, de la que no se salvará ningún país de la región y ningún estado, ningún pueblo y ninguna religión.

La batalla de Qalamún

Los hechos

Desde hace días, tienen lugar enfrentamientos permanentes en la región de Qalamún y la cadena de montañas del Líbano entre el Ejército sirio y los combatientes de la Resistencia Islámica, por un lado, e individuos pertenecientes a grupos armados, y a su cabeza el Frente al Nusra y el EI, por otro.

Esta región es, desde el punto de vista geográfico, bastante accidentada puesto que ella está compuesta de alturas y montañas de una altura de más de 2.000 metros del mar, de valles áridos, de pendientes rocosas...

Ella alberga campos de entrenamiento, bases militares y puntos estratégicos que dominan vastos territorios, ya sea del lado libanés o del sirio, como la región de la Beqaa y de Baalbeck-Hermel, y también pasos por donde tiene lugar un tráfico de armas, sin olvidar los talleres de fabricación de armas y coches bomba etc.

Se trata, pues, de un vasto territorio donde han tenido lugar estos choques, que han provocado la retirada de los hombres armados. No pretendo decir que los enfrentamientos se hayan terminado. Estamos todavía en plena batalla.

Sin embargo, la victoria en esta primera fase ha tenido ya sus efectos. No evocaré las consecuencias indirectas, o estratégicas, como por ejemplo, el impacto de este triunfo sobre la entidad sionista que vigila con inquietud los progresos militares de la Resistencia Islámica.

Voy a citar las consecuencias directas o tácticas de esta batalla:

- Derrota de los hombres armados y su retirada en todos los puntos de enfrentamiento.
- Recuperación de más de 100 km2 de territorio de Qalamún, la mayoría de ellos situados en Siria.
- Destrucción de toda la presencia militar de los hombres armados: bases, posiciones, fábricas etc.
- Enormes pérdidas humanas en las filas de los hombres armados.
- Restablecimiento de las redes de conexión por carretera entre las provincias libanesas y sirias. Así por ejemplo Arsal y Yibbeh ya no están cortadas de Britel y Baalbeck.
- Cortar la región de Zabadani de Qalamún y aislar así a los hombres armados presentes en la primera del resto de la región.
- Cortar los pasos de tránsito de los hombres armados, ya que la transferencia de estos últimos, sus ejércitos, sus municiones y sus provisiones discurre a través del Líbano hacia Siria y viceversa, a pesar de los esfuerzos del Ejército libanés para controlar y vigilar los pasos que conducen a Zabadani.
- Asegurar una gran parte de los pueblos fronterizos sirios.
- Asegurar una gran parte de los pueblos fronterizos libaneses teniendo en cuenta que los hombres armados se alojan en gran medida en Arsal.
- Obtener una posición geográfica más importante gracias a la recuperación de los montes y montañas que dominan toda la región.

En lo que se refiere al número de mártires que han caído voy a hablar hoy, contrariamente a nuestra práctica, de cifras. Aunque para nosotros un solo mártir no tiene precio, algunos medios han hablado de 40 mártires y otros de 150 y conviene salir al paso de tales mentiras y clarificar este asunto.

La realidad es que hemos perdido a 13 mártires, mientras que del lado sirio se han producido siete.

Así pues, estamos delante de un éxito militar sin precedentes en un territorio de una longitud de 300 kms de largo y 10 de ancho y dejo a los expertos militares el evaluar esto. No quiero hacerlo, ya que no soy un experto, aunque aprendo de mis hombres.

Quiero saludar a los mártires que han afrontado la nueva Nakba sacrificando su vida. No podemos más que inclinarnos ante su coraje y bravura y también ante sus familias y nuestro pueblo, porque hombres semejantes no pueden sino vencer.

Las lecciones de Qalamún

Desde el inicio de nuestra implicación en el conflicto sirio, algunos libaneses se indignaron, amenazaron, gritaron, denunciaron y blandieron el espectro de la guerra civil. Sin embargo, eso no influyó en nuestra decisión, que estuvo fundada sobre hechos y pruebas de que esos hombres armados amenazaban la seguridad y estabilidad de nuestro país, y que buscó preservar la seguridad del Líbano.

Algunos intentos mezquinos trataron de provocar la cizaña entre el Ejército y Hezbolá pretendiendo que nosotros buscábamos arrastrar al primero a un conflicto. Eso no es cierto puesto que nosotros jamás hemos querido implicar al Ejército en este tipo de combates ni causarle pérdidas humanas.

Queda por mencionar lo más sorprendente de este asunto, que es la actitud de algunas fuerzas políticas. No hablo del bloque del 14 de Marzo, puesto que algunos de sus miembros permanecieron en silencio, sino de ciertas fuerzas políticas libanesas y de ciertos medios árabes que han competido para defender con entusiasmo a los hombres armados de Arsal y Qalamún, como si se tratara de su propia batalla mediática.

Así, antes del desencadenamiento de la batalla, ellos pretendieron que Hezbolá no osaría enfrascarse en tal lucha. A continuación, cuando se vieron sorprendidos por la entrada de Hezbolá en la batalla, ellos prometieron que este último sufriría una derrota aplastante y hablaron de numerosas pérdidas humanas en nuestras filas desde el primer día de los enfrentamientos.

Cuando los hombres de Hezbolá lograron éxitos militares, cuando diversos medios acudieron a la región de Qalamún para documentar estos hechos con imágenes, cuando difundimos dichas imágenes sobre los enfrentamientos y la ocupación de las bases de los hombres armados, entonces afirmaron que la batalla de Qalamún no revestía ninguna importancia estratégica. ¿Por qué consumieron ellos entonces tanta energía y esfuerzos en hablar sobre Qalamún?

Hace falta, pues, referirnos a esta extraña e incomprensible simpatía de la que ellos hacen gala hacia lo que llaman los “rebeldes”. Ellos no les califican de terroristas o incluso de hombres armados, sino de “revolucionarios”.

Yo me dirijo a las familias de los soldados mártires, a las familias de los soldados secuestrados, a las familias de los niños secuestrados o que han caído mártires en un atentado terrorista: ¿Es que estos hombres armados podían ser considerados “rebeldes” cuando secuestraban a los soldados del Ejército libanés o cuando atacaban sus bases militares o puntos de control? ¿Es que esos hombres armados eran “rebeldes” cuando secuestraban a civiles, cuya suerte no es conocida por sus familias, en Arsal, en la Beqaa, en Baalbeck? ¿Es que estos hombres armados son “rebeldes” cuando decapitan a inocentes? ¿Es que estos hombres armados eran “rebeldes” cuando enviaron coches bomba al Suburbio del Sur de Beirut y a otras regiones del Líbano para hacerlos explotar entre civiles o cuando bombardearon las localidades libanesas de la Beqaa?

A estas fuerzas políticas que se jactan de defender la soberanía del Líbano les pregunto: ¿Es que esos hombres armados pueden ser considerados “rebeldes” cuando ocupan 250 kms2 en Arsal y prohíben a los libaneses entrar en la región sin una autorización o un salvoconducto emitidos por ellos?

Y me pregunto cuál es su referencia política. Si estas fuerzas políticas se identifican con Arabia Saudí o a sus dignatarios religiosos, entonces ¿qué piensan de que Arabia Saudí califique oficialmente a esos hombres de terroristas? Y ¿cómo valoran el hecho de que la comunidad internacional se refiera a ellos como terroristas?.

Dicho esto, es el derecho de las gentes de la Beqaa, de Baalbeck-Hermel, sea cual sea su confesión, el querer vivir en una región sin terroristas dentro de su territorio o en su vecindad. Llegará el día en que eso ocurra.

En lo que se refiere a Siria, es el derecho de los sirios el decidir. Pero en el Líbano, es nuestro derecho el de no permitir a estos terroristas instalarse en nuestro territorio. Yo recuerdo que los habitantes de Baalbeck-Hermel acudieron al Sur del Líbano para luchar junto a los habitantes de esa región contra las fuerzas de ocupación israelíes. ¿Acaso no tienen ellos, pues, el derecho a que acudamos a defender su región de la ocupación terrorista?

Hacemos frente a una batalla abierta y es nuestro derecho legítimo el de no dejar a ningún terrorista en nuestra tierra.

Las elecciones presidenciales en el Líbano

El General Aún ha propuesto soluciones para salir de esta crisis institucional en el Líbano. En este sentido, invito a estudiar todas las posibilidades de hallar soluciones puesto que la crisis ha alcanzado un nivel muy sensible que el país no puede ya tolerar. Cabe señalar que la elección de un presidente resolverá también la cuestión del Parlamento, que podrá reanudar sus funciones normalmente, especialmente la legislativa. También resolverá la cuestión del gobierno y, así pues, hace falta cesar esta actitud y dejar de echar la responsabilidad sobre el otro a fin de ganar réditos políticos. Eso es una irresponsabilidad.

En lo que se refiere a apostar por una solución que venga del exterior, esto no arreglará el tema; ningún presidente será entonces elegido.

Algunos han apostado por una discusión entre las Fuerzas Libanesas y la Corriente Patriótica Libre (CPL) o entre la Corriente del Futuro y la CPL, o entre las fuerzas políticas cristianas y el Patriarcado Maronita. Sin embargo, ninguno de tales encuentros ha logrado la nominación de un presidente.

De este modo, todas las opciones han sido ensayadas. Esto es por lo que es preciso tomarse en serio los dichos del General Aún y discutir nuevas propuestas de soluciones. Hacen falta iniciativas.

Bahrein

Por quinto año consecutivo, el pueblo de Bahrein lucha contra la tiranía y el despotismo de manera pacífica. Él sabe que este régimen (de la familia Al Jalifa) apuesta por el paso del tiempo y busca desmoralizar a la población. Él desea que abandonéis vuestra lucha. Quiere arrojaros a prisiones y obligaros a detener las manifestaciones. Y esto sin hablar de lo que pasa en las mazmorras bahreiníes, donde se cometen diarias violaciones de los derechos humanos.

Vuestra única opción es la de continuar vuestra lucha pacífica, como habéis hecho hasta ahora con éxito. Debéis tener confianza en vosotros mismos puesto que sois fuertes. Y este régimen se ha ido a Camp David para implorar la ayuda de EEUU.

Sois la gente de la lealtad a vuestros principios y del sacrificio y vais a conseguir vuestras aspiraciones.

Yemen

En el día 52º de la agresión saudí hace falta denunciar el silencio sórdido de la comunidad internacional. El pueblo yemení ha hecho sufrir a Arabia una derrota aplastante. Yo lo dije en el día 40º y en el día 30º. Citad un solo objetivo que la operación Tempestad Decisiva haya conseguido.

En realidad, lo que ocurre sobre el terreno es una derrota tras otra del agresor. Es todo lo contrario a sus objetivos lo que ha conseguido. Si el objetivo de Arabia era someter al pueblo de Yemen, cabe señalar que este último permanece fuerte y determinado; y si su objetivo era el de dislocar el Ejército, este último permanece unido; y si el objetivo era de de detener la progresión de la llamada “hegemonía iraní”, es todo lo contrario lo que vais a conseguir puesto que habéis empujado al pueblo yemení a los brazos de Irán, que ha ofrecido a ese pueblo su apoyo moral y humanitario. Sin embargo, por encima de todo, vuestra Tempestad ha mostrado vuestro rostro criminal. Habéis provocado el odio contra vosotros.

Lo más alucinante de esta Tempestad saudí es el bombardeo de lugares santos y hospitales. Habitualmente los ataques aéreos en una guerra toman como blanco bases militares, ejércitos, concentraciones militares, infraestructuras para cortar las rutas, sitios estratégicos, etc pero no comprendo por qué la aviación saudí ha bombardeado 14 veces un mausoleo. ¿Por qué ha sido bombardeada una mezquita histórica de más de 1.000 años? ¿Por qué se ataca a sitios históricos? La respuesta es muy simple: ésta es la mentalidad del régimen saudí, de la que existen muchos ejemplos en la historia contemporánea. Este régimen es la referencia intelectual del EI ¿Cuál es vuestro problema con los mausoleos, con los lugares santos, con los muertos”.

No obstante, lo más peligroso de la agresión saudí es que ha violado todas las líneas rojas. Por comparación con el peor de los enemigos del Líbano, el enemigo israelí, que es conocido por sus crímenes salvajes, por la destrucción de viviendas, plantas y seres humanos, por el asesinato de mujeres encintas, y al que el Sagrado Corán describe como el más voraz de los enemigos, cabe decir que este enemigo no ha bombardeado nunca lugares santos o mausoleos...y en contadas ocasiones hospitales, mientras que la aviación saudí ha bombardeado de la manera más salvaje hospitales en Yemen. Dicho de otro modo, la agresión saudí no ha dejado al Ejército norteamericano ni a ningún otro línea rojas para respetar. Todo está ahora permitido.

Imploro al Todopoderoso que proteja a los pueblos de Palestina, Yemen, Líbano, Siria y a toda nación de la guerra y el terrorismo.

Y reitero que no debe repetirse el escenario de la Nakba. Hago un llamamiento a todo el mundo para que asuma su responsabilidad e impida una nueva Nakba, incluso aunque ello exija grandes sacrificios.

Source: Al Manar

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